Es un trabajo eterno, sin principio ni fin. Somos pensamientos, y como tales, estamos siempre renovándonos, reciclándonos,
obteniendo nuevos conocimientos. No podemos mantenernos estáticos:
nuestra naturaleza no lo permitiría. Fuimos creados para mantener la
mente universal activa y siempre actualizada.
Muchos
son los llamados, pero pocos los elegidos. Las energías-pensamientos
que trasciendan y se eleven lo habrán merecido. Para llegar a ser
guardián del planeta se necesita haber llegado a un estado espiritual
muy elevado y a un nivel extraordinario; aquellos que lo consigan lo
habrán ganado con el sudor de su frente.
Decir
y hacer son dos términos diferentes. Es fácil creer, como hacen ustedes
a través de la fantasía, que se sentarán a la diestra del creador y así
se quedarán eternamente. ¿Haciendo qué? Santifican a los hombres como
si ellos hubieran conseguido la máxima elevación universal. Confiesan
sus pecados e inmediatamente están perdonados. El reconocimiento de una
falla no se puede perdonar instantáneamente; el ser que lo reconoce y lo
acepta, recién está comenzando su depuración a través del entendimiento
profundo; mediante su análisis y los actos de su vida, tendrá que
demostrar lo contrario, para llegar a una verdadera rectificación y
elevación de su energía-pensamiento. Pertenecer a una institución
religiosa no es lo mismo que tener una religión interna. La
espiritualidad debe ser auténtica. No son los templos, rezos, cánticos y
ritos religiosos lo que los formará: son ustedes, que interiormente
crearán su espiritualidad y la volcarán en los actos, acciones y
pensamientos de sus vidas, haciendo de su planeta Tierra una realidad
material-espiritual.
Elevar,
trascender y salir del planeta para entrar en otras realidades de
existencia, implica tener las condiciones necesarias para encarnar en
otras realidades. Ustedes salen y entran, pasando de la realidad-materia
a la realidad antimateria, regresando una y otra vez. Mientras no
eleven la energía-pensamiento, es imposible pensar en entrar en otras
realidades de existencia. El universo es tan ordenado que cualquier
energía-pensamiento que no pertenezca al grado o plano de esa realidad
es considerada un virus y rechazada como tal. Una célula del sistema
digestivo no puede pasar a otro sistema, pues este reaccionaría
atacándola como a un invasor; si no lo hiciera, el virus-invasor
produciría enfermedad y muerte en su sistema. El cuerpo universal es
perfecto y ordenado; solo se puede pasar de una dimensión a otra siempre
y cuando la energía contenga en sí misma, las características propias
del sistema o plano dimensional que la atraerá por afinidad energética.
Texto: EL SER UNO I -
Los Arcanos de Thoth
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