DEFENDER
UNA IMAGEN PROPIA
A
lo largo de los años has construido una imagen “idealizada” que llamas “yo” y
defiendes.
Esta
imagen incluye todas las cosas que deseas te conciernan. De ella están
desterrados todos los aspectos vergonzosos, culpables y amenazantes que ponen
en peligro tu confianza en ti. Pero esos mismos aspectos que intentas rechazar
regresan como las voces más insistentes, más exigentes de tu cabeza.
Ese
destierro da lugar al caos de tu diálogo interno y, por tanto, tu ideal se
erosiona aun cuando haces todo lo posible por verte y sentirte bien contigo
mismo.
Para
sentirte en verdad bien contigo mismo, renuncia a tu imagen propia.
Inmediatamente te sentirás más abierto, permeable y relajado.
Vale
la pena recordar un comentario sorprendente del renombrado maestro espiritual
hindú Nisargadatta Maharaj: “SI TE OBSERVAS, SOLO TIENES UN YO CUANDO TIENES
PROBLEMAS”. Si esto te parece increíble, imagina que vas caminando por un
vecindario en una zona peligrosa de la ciudad. A tu alrededor hay personas cuya
mirada te pone nervioso. El sonido de acentos extraños te recuerda que eres
diferente a ellas y sientes peligro. La percepción de amenaza provoca que te
batas a retirada; te apartas y te constriñes. Esta táctica abre una brecha aun
mayor entre tú y lo que temes. Pero esa retirada al yo aislado y constreñido no
te protege de nada. Es imaginaria. Y al aumentar la brecha impides que ocurra
lo único que podría servirte: la expansión a una sensación mayor de
tranquilidad.
Maharaj
sostiene que lo que llamamos “yo” es una contracción alrededor de un núcleo
vacío, cuando en realidad fuimos hechos para ser libres y expansivos en nuestra
conciencia.
LA
IMAGEN PROPIA MANTIENE LA REALIDAD A RAYA, particularmente a nivel emocional. Muchas
personas NO ADMITEN LO QUE EN REALIDAD SIENTEN. Su imagen propia les dicta que,
por ejemplo, estar enojados o mostrar ansiedad no es permisible.
Estos
sentimientos no se ajustan a “el tipo de persona que quiero ser”. Ciertas
emociones parecen ser demasiado peligrosas para conformar tu imagen ideal, por
lo cual adoptas UN DISFRAZ que las excluye.
La
ira y el temor reprimidos pertenecen a esta categoría, PERO TAMBIEN LA ALEGRIA
INMENSA, EL EXTASIS Y LA ESPONTANEIDAD. Te liberas del control de la imagen
propia cuando:
SIENTES
LO QUE SIENTES
LAS
COSAS DEJAN DE OFENDERTE
DEJAS
DE EVALUAR COMO TE HACE VER UNA SITUACION
NO
EXCLUYES PERSONAS A LAS QUE TE SIENTES SUPERIOR O INFERIOR
DEJAS
DE PREOCUPARTE DE LO QUE PIENSAN DE TI LOS DEMAS
DEJAS
DE OBSESIONARTE POR EL DINERO, EL ESTATUS O LAS PERTENENCIAS
DEJAS
DE SENTIR LA NECESIDAD DE DEFENDER TUS OPINIONES
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentar