En momentos de infortunio escuche tu voz que me decia: <<El sol de mi proteccion brilla por igual en tue horas mas lobregas y en las mas luminosas.
<<Ten fey sonrie! la tristeza es una ofensa a la naturaleza bienaventurada del Espiritu. Deja que mi luz, que transforma la vida, resplandezca a traves de la diafanidad de tu sonrisa. Si quieres complacerme, se feliz, hijo Mio>>.
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