miércoles, 24 de octubre de 2012

Pequeno cuento (para ninos de todas las edades)

Una mañana luminosa y mágica, un grupo de niñas y niños decidió ir a pasear al bosque cercano a sus casas. Al llegar, en un claro, encontraron un gran pino; esbelto y bello, y tan alto, que parecía llegar al cielo. Era tan hermoso, que se pusieron a jugar formando una ronda, uniendo sus manos y dejándolo al centro.

Comenzaron a cantar, reír y girar alegremente, con ese despreocupado y feliz  bullicio que les sale tan bien a los niños... y poco a poco ante sus asombrados ojos, comenzaron a suceder cosas bellas. Vieron que las ramas del maravilloso árbol, tenían muchas gotas de rocío, que al reflejar los rayos del sol, parecían lindisimos cristales de colores y que en la punta de su árbol había una brillante estrella azul.Estaban disfrutando plenamente de toda esa magia, del aroma del bosque y del contacto con la naturaleza y sus prodigios, cuando algo mas maravilloso sucedió... cada una de las gotitas de rocío creció.. y creció... y se convirtió en un sonriente y amistoso ángel... con un regalo para cada uno de ellos. Era una nítida y cristalina gota de rocío, igual de bonita que la de donde los ángeles salieron, y contenía en ella misma, la esencia del amor, la verdad, la belleza y la armonía; la alegría, la generosidad y el agradecimiento; el perdón y la paz y todos esos dones que nos llegan de la luz.

Los ángeles, depositaron suavemente esa gota de rocío en el corazón de cada uno de los pequeños y mirándolos fija y amorosamente a los ojos, les dijeron que ese regalo era para hacerlo crecer y que podían compartirlo con todos sus seres queridos Los niños emocionados y felices, dieron las gracias , y ya se disponían a regresar a sus hogares, cuando al mirar hacia la estrella azul que estaba en la punta del pino, vieron con sorpresa que tenia una      brillante y purísima luz blanca azulada que los cubría y que de cada una de sus puntas enviaba esa luz en todas direcciones...

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