El corazón no puede contener temor y amor al mismo tiempo. Cuando
nuestros corazones contienen temor, no podemos amar. El temor es
preocuparnos de que no obtengamos aquello que necesitamos. El amor es
compartir con la otra persona.
Cuando caminamos con amor en nuestro corazón, vivimos con amor,
entonces estamos en afinidad con el Creador y no hay necesidad de temor.
El amor es la energía más fuerte de todas.
Yehudá Berg