“Dentro de cada uno de nosotros existe una chispa de pureza que jamás puede ser corrompida”.
El mes de Escorpio nos da el regalo de ser conscientes de nuestras
chispas de purezas, y la capacidad de atizarlas y convertirlas en
grandes flamas, de recobrar nuestro verdadero ser.
El Zóhar nos enseña que dentro de cada uno de nosotros
existe una chispa de pureza que jamás puede ser corrompida; sin importar
cuán negativamente nos comportemos.
¿Cómo logramos esto en un nivel práctico? Todo comienza con la
conciencia. Todos tenemos pensamientos despectivos en los cuales nos
decimos a nosotros mismos “no puedo” o “no lo merezco”. Cada vez que
estos pensamientos lleguen, debemos recordar que esto es sólo la
inclinación negativa intentando extinguir nuestra chispa de perfección.
Debemos combatir estos pensamientos inyectando la conciencia de “mi verdadero ser es maravilloso”.
Continuando con esta idea, hay una lección del maestro del Rav, Rav
Brandwein. Él explica que no podemos atraer gran Luz a menos que
tengamos una gran vasija. La mayoría de nosotros tenemos una vasija
imperfecta, razón por la cual a menudo carecemos de las bendiciones que
estamos destinados a tener.
Rav Brandwein revela el remedio: “tomar vasijas prestadas”.
De acuerdo a la Kabbalah, cada uno de nosotros alcanzará la
perfección finalmente; ya sea que tome una o cien encarnaciones. Cuando
necesitemos bendiciones en nuestra vida, podemos recurrir a nuestra
futura vasija perfeccionada y traerla a nuestra vida el día de hoy.
En la espiritualidad no hay tiempo, espacio ni movimiento, así que
indiferentemente de que estén a un año o a cien años, podemos conectar
con nuestra dicha y paz futuras ahora. De hecho, sólo al conectar y
tomar de nuestro ser futuro podemos atraer realmente Luz a nuestras
vidas.
Michael Berg es co-director del Centro de Kabbalah, así como autor, estudiante y maestro.