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domingo, 24 de junio de 2012

AMOR EN EL MATRIMONIO

Muchos de ustedes que son padres, pueden evitar la trampa de que todo en su vida trate de sus hijos, hasta llegar al punto de causar una separación entre la pareja. Tu hijo es una expresión de tu vida, una expresión muy importante.
 Sin embargo, si no vives tu vida con amor uno por el otro, como adultos, tus hijos pagarán las deudas de esa relación. Cuando los padres no expresan amor uno con el otros, el niño experimenta la pérdida.

- John-Roger

sábado, 5 de mayo de 2012

CAMBIAR EL MUNDO


La coexistencia y la armonía... Todo tiene que equilibrarse. La naturaleza está equilibrada. Las bestias viven en armonía. Los seres humanos no han aprendido a hacerlo. Siguen destruyéndose. No hay armonía, no hay proyectos. En la naturaleza todo es muy diferente. La naturaleza está equilibrada. La naturaleza es energía y vida... Y restitución. En cambio los seres humanos sólo destruyen.
Destruyen la naturaleza.
Destruyen a los demás.
Y acabarán por destruirse a sí mismos.

En una sesión de meditación vi que nuestro planeta cobraba la forma de un colegio de una sola aula, de ésos a la antigua en los que los niños de todos los cursos están juntos y un solo profesor les da clase a todos.
Parecía que el colegio tenía problemas. Los alumnos más pequeños estaban molestando a los más avanzados. No había armonía ni cooperación. Incluso el edificio estaba lleno de pintadas. Me di cuenta de que si el caos continuaba, el colegio acabaría cerrando.
Después vi varios colegios modernos, cada uno enclavado en su propio recinto, de gran belleza. Había una parvulario, escuela primaria y una secundaria. Las tres estaban especializados y permitían el acceso sólo a los alumnos adecuados. Las clases eran disciplinadas, pero les faltaban la intensidad y la energía del colegio de una sola aula.
¿Puede ser que nuestro colegio de una sola aula, nuestro planeta, esté dividiéndose en componentes desconectados debido al caos de la sociedad? ¿Está llegando el momento en que los alumnos más primitivos serán separados de los más avanzados, en que los que siguen practicando la violencia, el odio, la avaricia y el miedo serán aislados de los que han llegado a dominar los rasgos del amor, el perdón, la compasión y la bondad?
El final del sueño me pareció vago, Era consciente de que el modelo podía salvarse si la cooperación, el amor y la armonía llegaban de algún modo a llenar nuestro colegio de una sola aula. En su forma ideal, el que los alumnos mayores ayudaran a enseñar a los más jóvenes parecía algo de una hermosa eficiencia, un profesor con muchos ayudantes.
Sin embargo, si se impusieran la discordia, el miedo y el egoísmo. el colegio tendría que sustituirse con el otro modelo: el de los tres recintos separados, que es más seguro, aunque en cierro modo más estéril.
Todavía podemos decidir qué preferimos.
Todos soñamos con una vida mejor en una sociedad mejor. Sin embargo, raro es el día que no nos sentimos desilusionados, decepcionados y hartos de la gente mala y egoísta que nos rodea, Hay muchísima gente que parece interesada sólo en su beneficio personal Se han vuelto maleducados y arrogantes, críticos e insensibles. No sólo nos debilitan sus actos, sino que además casi todos creemos que no podemos hacer nada para cambiar esa situación, que sólo los que tienen el poder pueden transformar el mundo.
Si aceptamos la tarea de ser los seres iluminados nuestro planeta, podemos empezar a cambiar el mundo.
Siendo realista, creo que los cambios sucederán poco a poco a medida que empecemos a practicar actos de bondad, haciendo cosas pequeñas que ayuden a los demás a ser más felices. Quizá la respuesta consiste en ofrecerse para ayudar a los menos favorecidos. Quizá sea algo tan sencillo como ser amable con alguien, hacer una buena acción sin pedir nada a cambio ni esperarlo.
Hay que acercarse a los desconocidos con esos actos de benevolencia. La amabilidad y el cariño no puede, reservarse a nuestras familias y a nuestros amigos, por que en ese caso la sociedad no cambiaría en absoluto.
Tenemos que tenderles una mano a los demás, no sólo a lo que son como nosotros.
Si pudiéramos conseguir que todo el mundo hiciera aunque sólo fuera unas pocas buenas acciones cada día podríamos cambiar el mundo. Como mínimo sería un buen principio.
Nuestros días nos parecerían más agradables, menos desalentadores, y tendríamos más esperanza en el futuro.
Seríamos un ejemplo para nuestros hijos, que aprenderían a valorar la fuerza y la importancia de la bondad. Aprenderían que no importa a cuanta gente afectan en realidad sus pequeñas buenas acciones. Lo importante es hacerlas.
Desde la noche de los tiempos, todos los grandes Sabios de la humanidad han predicado el amor y la compasión en las relaciones y en las comunidades. No han perdido el tiempo explicándonos cómo acumular una riqueza excesiva; no nos han enseñado a ser malvados, egocéntricos, maleducados o arrogantes.
Un verdadero Sabio, un verdadero gurú te ayudará a encontrar tu propio camino, te mostrará lo que es importante para tu evolución espiritual y lo que no lo es o, peor aún, lo que puede ser un estorbo o un obstáculo.
Nuestra labor en la vida diaria es hacer manifiestas esas enseñanzas, ser amables y educados, practicar actos de amor.
Para el cambio del mundo no hay calendario. Lo único importante es empezar. Si es cierto que un viaje de mil kilómetros empieza con un paso, ese primer paso es deshacemos de nuestro miedo y nuestro aislamiento y empezar a practicar actos de bondad, sean al azar o programados, sean grandes o pequeños, y hacerlo a diario.
El cambio de la naturaleza actual del mundo, violenta, competitiva y llena de odio, no se consigue gracias a los esfuerzos de unos pocos individuos que hayan alcanzado la iluminación, aunque sean dirigentes mundiales con mucho poder. En cambio, los actos de bondad y compasión de cada día compartidos por la gente y realizados en grupos pequeños pueden provocar el cambio a un lugar más lleno de amor y bondad. La gente tiene que comprender que todos somos iguales, todos lo mismo, todos luchamos por tener un poco de tranquilidad, felicidad y seguridad en nuestras vidas. No podemos seguir luchando y matándonos unos a otros.
Nuestros hijos nos observan de cerca. Siguen los modelos que ven: nuestra conducta, nuestros valores y nuestras actitudes. Si vivimos con odio y violencia, copiarán ese modo de vida. Una de nuestras tareas más importantes es enseñar a nuestros hijos los valores y la conducta correctos desde que nacen, porque también los bebés nos observan detenidamente y comprenden mucho más de lo que creemos.
Los mensajes de los sabios
Brian Weiss

sábado, 28 de abril de 2012

TEN CUIDADO CON LAS ORDENES QUE LE DAS A UN NIÑO

"Un adulto tiene que tomar a diario decisiones y para ello se ve
obligado a reflexionar sobre los pros y los contras. Por el
contrario, el niño, que todavía no es capaz de razonar y de
comprender, sólo debe hacer lo que los adultos le piden, y no
debe hacerse preguntas para decidir si es bueno para él: más
tarde comprenderá. El comportamiento del niño es pues inverso al
de los adultos. El niño, que primero quiere comprender sobre la
idoneidad de lo que se le pide, nunca hará nada. Debe obedecer
confiando en la experiencia de los adultos que ya han comprendido
antes que él. Gracias a esta confianza, facilita su proceso
personal de comprensión.
Obrando de acuerdo con las directrices de los adultos, ya sean
padres, educadores o también otras personas, los niños tienen
posibilidad de desarrollarse. Pero es necesario que estos
adultos, conscientes de sus responsabilidades, pongan mucha
atención en los consejos y órdenes que dan a los niños."

Omraam Mikhaël Aïvanhov