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miércoles, 18 de julio de 2012

EL AMOR

El amor es libertad, amar de verdad es atreverse a pasar un tiempo en soledad confiando que quien se va, volverá a nuestro lado.

No estropeemos el amor encadenándoles a nuestro ser, dejemos espacio para respirar, permitamos que puedan pensar por si mismos y llegar a extrañarnos. No asfixiemos a nuestra pareja: si es amor de verdad no necesita cadenas, ya es tuyo. Creer en la persona que está a tu lado conlleva madurez, y las mujeres hechas y derechas tienen madurez.

En ocasiones, cuando se ama desea tenerlo TODO de la persona amada, esperas que esté siempre pendiente y disponible para ti, llegas incluso a controlar con quien habla, con quien se junta, y por cuanto tiempo. Estos son los amores posesivos, que llegan a controlar cada faceta de la vida de la persona amada, hasta la hora de salir del trabajo y los minutos que debería llevar volver a casa. Este amor no es normal, no es bueno, no es verdadero.

Se dice que si quieres a alguien, es mejor dejarle libre para que vuele, si vuelve es que fue tuyo, sino, nunca lo fue.

El amor es lo más bello que se nos ha dado, es para ser gozado y disfrutado, es para hacer una vida plena y segura, es dar todo así como lo recibimos todo. El amor no tiene necesidad de ocultar nada, puede mostrarse a la luz del día. El amor te lleva a disfrutar de esos momentos en los que habiendo un poco de espacio son llenados de expresiones de “te quieros” y “te extraño”. El amor así sienta bien, provoca que te sientas feliz, segura y amada.
En el amor hay confianza.
Cuando el amor es verdadero, si por alguna razón esa persona no está cerca de ti, no tienes miedo, porque le crees, tienes la certeza que cuando dice “te amo” lo dice con el corazón. Nunca trates de esclavizar aquello que libremente se te da, porque así lo perderás. El amor tiene alas y vuela solo, así llegó a tu vida, debes cuidarlo y mimarlo, pero jamás permitir que el amor sea asfixiante.

El amor no es posesivo, es entregado.
No seas una persona posesiva, todos nacemos libres, y así debe ser siempre. Cuando pones una jaula y lo quieres todo para ti, terminas por arruinar la relación; las jaulas aunque sean de oro no dejan de ser lo que son: JAULAS.

En el amor hay libertad.
No temas amar y a la vez conceder libertad, si es amor siempre volverá a ti, siempre querrá estar contigo, no te cambiará por nada ni nadie. Eres su amor, su prioridad.

- Mereces amor -
Hay amores verdaderos, no amores de horas o fines de semana, hay amores que son para siempre. Los hay.

Y ese tipo de amor muchas veces lo tenemos muy cerca, pero lo perdemos por no pensar bien las cosas, por intentar retenerlo cuando era algo que se nos entregaba libremente.
¡Qué bonito se siente en el corazón cuando ves una pareja de ancianos tomada de la mano y caminando juntos por la vida! Piensa que son muchas décadas de años los que llevan juntos, y sin duda han pasado por días muy oscuros de gran dificultad en la relación, pero se AMABAN y contra eso nada puede separarlos.

- El amor todo lo puede -
Emociónate con la vida, cree en el amor, porque sí existen hombres y mujeres que AMAN CON EL CORAZÓN.
Promesas que me haré:

♥ Quiero amarte, pero no anularte.
♥ Quiero que sueñes conmigo y regreses siempre a mi lado para ofrecerte mi amor en cada instante.
♥ Quiero que mis cadenas sólo sean las de tu amor por mí.
♥ Que nunca tengas que buscar excusas para no verme.
♥ Que no sea yo la pareja que no sabe valerse por si sola.
♥ Que te sientas orgulloso de tener a tu lado a alguien como yo.

sábado, 26 de mayo de 2012

LA TRISTEZA COMO MEDITACION

La tristeza puede convertirse en una experiencia tremendamente enriquecedora. Has de trabajarla. Es muy fácil escapar de tu tristeza. Todas las relaciones son, generalmente, formas de escapar de ella; procuras evitarla. Y siempre está ahí, oculta… la corriente continúa. Incluso emerge en numerosas ocasiones en tus relaciones. Entonces tratas de arrojar la responsabilidad sobre el otro, pero eso no es lo que ocurre. Es tu tristeza, tu soledad; aún no la conoces, y por tanto una y otra vez emergerá.

Puedes escapar de ella trabajando, puedes escapar de ella estando ocupado, con tus relaciones, con la sociedad, con esto y lo otro, viajando, pero no desaparecerá porque forma parte de tu ser. Todos nacemos solos; estamos en el mundo, pero solos; nacemos a través de nuestros padres, pero estamos solos. Y todos morimos en soledad; salimos de este mundo solos. Y entre esas dos soledades, nos engañamos. Está bien acumular valor y adentrarte en esta soledad. Por muy difícil y duro que resulte al principio, te compensará enormemente. Una vez que la conozcas, una vez que la disfrutes, una vez que la percibas, no como soledad, sino como silencio, una vez que comprendas que no hay escapatoria, te relajarás.

No puedes remediarlo, de modo que, ¿por qué no disfrutar de ella? ¿por qué no entrar en sus profundidades y saborearla, descubrir qué es? ¿Por qué tienes miedo innecesariamente? Está ahí y es una realidad; es existencial, no accidental. ¿Por qué no conocerla? ¿Por qué no entras en ella y descubres qué es?

Siempre que te sientas triste, siéntate en silencio y deja que esa tristeza te invada; no trates de escapar de ella. Siéntete lo más triste que puedas. No la evites. Recuerda esto. Llora al máximo, tírate por el suelo, revuélcate… y deja que desaparezca por sí misma. No la expulses; se irá, porque nada permanece para siempre.

Cuando se vaya, te sentirás descargado, absolutamente aliviado, como si toda fuerza de gravedad hubiera desaparecido y pudieras volar, sin peso alguno. Es el momento de entrar en ti mismo. Primero, ábrete a la trsiteza. Corrientemente, no te abres a ella; buscas sistemas para poder fijarte en otras cosas; vas al restaurante, te reunes con amigos, lees un libro o vas al cine, o tocas la guitarra; haces algo para poder sumirte en ello y distraer tu atención.

Has de recordar esto: cuando te sientas triste, no te pierdas la oportunidad. Cierra las puertas, siéntate y siéntete tan triste como puedas, como si el mundo entero fuera un infierno. Sumérgete en ella, profundiza en ella. Deja que cualquier pensamiento de tristeza te invada, deja que la emoción te agite. Y llora, gime, exprésate… en voz alta… no tienes por qué preocuparte.

En primer lugar, vive esa tristeza durante unos días, y cuando la tristeza desaparezca te sentirás muy calmado, tranquilo, como tras una tormenta. En ese momento siéntate en silencio y disfruta del silencio que está apareciendo en ti. No lo has provocado; te abriste a la tristeza. Cuando la tristeza desaparece, en ese espacio, surge el silencio.

Escúchalo. Cierra tus ojos. Siéntelo… percibe su textura… su fragancia. Y si te sientes feliz, canta y baila.

Osho

jueves, 24 de mayo de 2012

LA SOLEDAD, la interpretacion que tu le des

La soledad me permite saber quién soy, sólo después puedo tener una verdadera relación.
la-soledad.jpgSe puede interpretar la soledad de dos maneras: estar solo o sentirse solo.
Estar solo es un hecho común para todos. No siempre estamos acompañados. Esta experiencia de soledad se puede disfrutar mucho y suele ser muy constructiva.
Cuando estamos solos podemos no hacer nada y sentirnos bien, descansar, disfrutar de la naturaleza, tomar sol, caminar, meditar o simplemente hacer lo que nos gusta sin interferencias de otras personas.
Sentirse solos es diferente, porque uno se puede sentir solo también en compañía.
El sentimiento de soledad está relacionado con el aislamiento, la noción de no formar parte de algo, la idea de no estar incluido en ningún proyecto y entender que a nadie le importamos lo suficiente como para pertenecer a su mundo.
El sentimiento de no pertenencia nos lleva a la depresión, cuando además nos sentimos culpables de nuestra propia soledad.
Es una ilusión creer estar acompañado porque en realidad la mayoría está sola.
No muchos saben lo que es una verdadera relación y crean vínculos que no lo son.
Sólo una persona madura puede tener una relación verdadera, porque se ha liberado de las dependencias.
La madurez es la capacidad de vivir la vida sin muletas ocasionales, es aprender a hacerse cargo de los propios problemas, reflexionando antes de actuar y haciéndose responsable de las consecuencias de las acciones, sin proyectar los errores en los demás.
La relación no implica tener a alguien para eventualmente apoyarse, sino por el contrario significa interesarse por el otro y comprenderlo tratando de olvidarse de uno mismo.
La dependencia crea vínculos dependientes con personas omnipotentes, intentando recrear la simbiosis madre-hijo, y ese tipo de relación patológica, que tiene carácter sadomasoquista, está destinada al fracaso.
Recién cuando nos liberamos de las dependencias y nos olvidamos de nosotros mismos aprendemos a vivir, a no tener miedo y a ser libres, accediendo a la posibilidad de una verdadera relación.
Si no hay desarrollo personal tampoco puede haber una relación duradera, porque el estancamiento produce aburrimiento.
La intención vale más que el hecho en si mismo, porque no se trata de resultados sino de orientarse hacia el camino de la propia senda.
Solamente cuando estamos solos podemos ponernos en contacto con nosotros mismos. Esa oportunidad nos permite vernos y evaluar si realmente somos como queremos ser y si estamos haciendo lo que deseamos hacer; y si esa imagen no estuviera de acuerdo con nuestras expectativas, es el momento de preguntarnos, que es lo que estamos haciendo ahora para lograrlo.
Transitar el propio camino es lo más importante y el principal propósito de nuestra vida y todo el universo conspirará para lograrlo.