lunes, 28 de mayo de 2012
EL SILENCIO DEL ALMA
El silencio guarda los secretos.
Y al preparar la cena,
que te trajo el alimento.
respira el suave y dulce soplo de la vida,
plena de
energia y de amor…..
Respira de nuevo profundamente
Muevete con perfeccion
Siempre eres uno con Dios.
Y uno conmigo.
Tu hogar es mi corazon y el mio es el tuyo.
Porque somos todo lo que es,
ASCENSION
EXCELENTE ARTICULO SOBRE LA ASCENCION,
es la Respuesta Exacta a los acontecimientos,
situaciones, cambios, fluctuaciones y estadíos,
que la Tierra, el Ser Humano y todo lo que la habita,
estan SINTIENDO y PERCIBIENDO hoy en dia.
La Ascencion NO es misticismo, ni esoterismo,
ni chamanismo, ni brujeria, ni algo religioso (cualquiera que sea tu religion),
ni algo complejo, ni cientifico, ni historico, y mucho MENOS, Profetico,
tampoco es castigo divino o no divino,
ni siquiera es algo fortuito, tampoco milagroso,
ni caotico, ni experimental, y por Ultimo,
NO ES ALGO QUE SE PUEDA DETENER,
NO ES ALGO QUE SE DEBA TEMER y NO ES ALGO QUE SEA OBLIGATORIO,
cuando tienes Libre Albedrio.
La Ascencion es un CICLO COSMICO,
que se Sucede y se Representa siempre,
en cada Region, Lugar, Espacio, Tiempo y
Parte determinada del UNIVERSO….
….NADA ESCAPA A LA ASCENCION,
ni Seres, ni Criaturas, ni Objetos, ni Energías Diversas,
es un Movimiento Ciclico en Espiral Ascendente,
basado en Octavas Armonicas y en Secuencias Luminicas de Luz y Amor.
La Ascencion es un Camino de Cambio Ascendente,
que paso a paso te ACERCA mas hacia DIOS,
sea cualquier nombre que tu le des a tu Dios,
pues la Ascencion no distingue colores,
razas, credos, religiones, estatus, tamaños, ni edades.
La Ascencion NO SE INICIARA en el año 2012,
ni en su Solsticio de Invierno del 22 de Diciembre de ese año,
pues la Ascencion ESTA PRESENTE,
Aqui y Ahora, en la Tierra,
se INICIO eones de tiempo atras cuando se Gesto la Vida aqui en la Tierra.
La Ascencion esta Compuesta de infinitos movimientos en Espiral ascendente,
y cada movimiento,
culmina su ciclo en su anterior Espiral,
que termina su RECORRIDO, cada 26,000 años aproximadamente,
al menos la Ascencion que NOS CORRESPONDE a NOSOTROS,
en esta PEQUEÑISIMA PARTE de nuestra Galaxia,
en donde nuestro Sistema Solar,
casi termina su Presente Movimiento en Espiral,
a travez de las doce constelaciones Zodiacales,
y es entonces cuando se configura una NUEVA Espiral Evolutiva,
que es una secuencia de la anterior,
solo que en una octava
( como las escalas musicales: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si )
de frecuencia Vibratoria mas Alta,
o sea de mas Conciencia Despierta en los Seres
y Criaturas que vivenciamos actualmente la Vida aqui.
No es lo mismo Ascencion,
que una Nueva Espiral Ascendente,
pues la Ascencion es la SUMA del Total de todas las Espirales Ascendentes,
asi que esta Ascencion de los casi 7,000 millones de seres humanos
que vivimos actualmente en la Tierra,
se Inicio hace miles de millones de años,
y cada 26,000 años, se ha formado una nueva Espiral Ascendente.
La Nueva Espiral Ascendente,
perteneciente a nuestra Ascencion, iniciara en el año 2012,
cuando Todo el Sistema Solar en su conjunto,
llegue al termino de su recorrido anterior de 26,000 años,
e inicie un nuevo recorrido,
empezando en la Constelacion de Acuario,
pues estamos saliendo de la Constelacion de Piscis
(de hecho, estamos viajando ya entre las dos Constelaciones) ,
y aqui por favor, no pensemos que estamos hablando de Astrologia
ni nada de ciencias esotericas ni exotericas, ni de misticismo
o chamanismo,
estamos hablando de CICLOS Cosmicos solamente,
y un Ciclo es una VUELTA al traves de algo,
y si le sumamos la palabra Ascencion,
entonces se convirte en un CICLO ASCENDENTE,
que formara una Nueva Espiral,
”hacia arriba”,
solo eso, y si su movimiento es “hacia arriba”,
entonces por eso se conforma una espiral,
pues es un circulo que regresa a su origen,
pero mas “arriba” que donde empezo,
y eso es lo que se denomina Octava Superior.
Hace 200,000 años mas o menos,
fuimos Neardentales, en nuestra actual Espiral Evolutiva,
perteneciente a esta Ascencion que inicio hace miles de millones de años,
quizas, cerca de 4,500 millones de años.
- Despues, hace mas o menos 40,000 años,
EVOLUCIONAMOS a la raza de los Cromagnon,
posteriormente, hace pocos miles de años, fuimos Homo Sapiens,
y despues, muy rapidamente, evolucionamos a Homo Sapiens Sapiens.
Entonces,
porque tanto ALBOROTO
por esta nueva Espiral Evolutiva que se aproxima?,
simplemente porque cada vez,
son MAS CORTOS LOS TIEMPOS en que el Ser Humano,
EVOLUCIONA de un Estadío a otro,
y siempre mejoran en gran medida todos los aspectos Fisicos,
Emocionales, Mentales y Espirituales,
cada vez que este salto quantico se realiza.
Y es que ahora,
no es un PASO de un estadío evolutivo a otro,
sino, que es un SALTO de Dimension a otra,
por ello se le Denomina Salto QUANTICO,
porque en los anteriores cambios evolutivos del Ser Humano,
siempre permanecio con su ADN en base al Elemento Carbono,
y en esta Tercera Dimension,
ahora viene el cambio de su ADN al Elemento SILICIO,
o sea la BASE del CRISTAL de Cuarzo,
o sea el ADN Cristal,
y si se fijan en una Tabla Periodica de los Elementos Quimicos,
veran que del Elemento Carbono al elemento Silicio,
hay, si, OCHO PASOS,
o sea UNA OCTAVA MAS ALTA…..coicidenci a?,
NO,
es una Causalidad,
porque tiene su Causa y su Efecto.
Un Salto Quantico,
sucede cuando el atomo sufre una Modificacion,
debido a Fuerzas “externas”,
que lo “obligan” a Mutar internamente,
y que por ende, lo MODIFICAN estructuralmente,
cambiando su morfologia hacia otros elementos.-
Las particulas de Luz, denominadas Fotones,
seran las causantes de ese Cambio en el Atomo
de la materia de tercera Dimension,
”moviendola”
hacia una Dimension mas Sutil y de Frecuencias mayores,
donde encuentren su Resonancia.-
Por ello, la morfologia del ser humano,
mutara hacia el elemento Silicio,
base del Cristal,
que es un elemento altamente inteligente,
sino, preguntemonos de que estan hechos todos los Chips
que mueven todas las computadoras del mundo,
otra coincidencia?
Por supuesto que no,
estamos dando un Salto Cuantico de elevacion de Frecuencia,
en una Espiral de FIBONACCI,
que es la base de la Genetica del Ser Humano
conformado por estructuras Cristalinas.
Salto, porque la Mutacion del ADN,
no pasa de la 3ª Dimension a la 4ª,
sino, a la QUINTA,
entonces es un Salto de Tercera a Quinta Dimension.
Por ultimo, en la Filosofia Mistica,
la palabra CRISTO,
significa un Altisimo Nivel Espiritual,
un Ser Cristico,
un nivel que se encuentra mas alla del nivel comun de Ser Humano,
y llama la atencion que el ADN mutara hacia el Silicio,
dejando de ser Carbono,
y si el silicio es la base del Cristal,
entonces el nivel de cada atomo que conformara al Nuevo Ser Humano,
sera de Cristal
(no confundir con el cristal comun que conocemos),
sera un Ser Cristico,
o sea que alcanzara el Nivel Cristo…..
se Fusionara con su Ser Cristico,
para alcanzar
el nivel EVOLUTIVO del HOMO SAPIENS CRISTICO,
el Humano Sabio Cristico….
……… ese es el Nuevo Escalon que nos espera
en la Escalera de la ASCENCION hacia DIOS.
ESPIRITUALIDAD- DIVINO ENTENDIMIENTO.
Siempre les han hecho creer que la humildad era una cualidad de
la espiritualidad. Esta creencia fue inculcada por la
energía-negativa-enferma para mantener a la humanidad bajo el control,
dominio y manipulación.
Se les hizo creer que ser humilde era ser pobre, sumiso, manso, paciente, dependiente, manejable, dócil, sencillo, modesto, tímido, bondadoso y servicial, con el propósito de manejarlos, conservando con ello el poder, la ambición y la dependencia.
Se les hizo creer que ser espiritual era ser callado, idealista, soñador, altruista, desinteresado, filántropo, quijote, generoso, romántico, desprendido, magnánimo e iluso.
Se les hizo creer que ser bondadoso era ser sacrificado, bienhechor, virtuoso, indulgente, afectuoso, cordial, cándido, bonachón, inocente, conveniente y servil.
Hasta aquí podemos decir que son cualidades, pero estas no han sido comprendidas por ustedes: simplemente las adaptaron, no las cuestionaron y se dejaron convencer de que eso era ser una persona buena y de que, si lo eran, se irían al cielo eterno, donde un padre benevolente los esperaría para hacerlos felices eternamente.
Primero vamos a entender lo que significa ser humilde:
Humildad
Humildad es la característica que define a una persona modesta, alguien que no se cree, mejor o más importante que los demás en ningún aspecto. Es la ausencia de soberbia. El término deriva del latín humilis, que se traduce no solamente como humildad sino también como bajo o de la tierra y humus. En el pasado se pensaba que las emociones, deseos y depresiones eran causadas por irregularidades en las masas de agua. Debido a que el concepto alberga un sentido intrínseco, se enfatiza en el caso de algunas prácticas éticas y religiosas donde la noción se hace más precisa.
La humildad en el budismo
En el budismo, se es humilde cuando se es consciente del camino a seguir para ser liberado de los sufrimientos de la vida y las vejaciones de la mente humana.
La humildad en la filosofía
Kant se encuentra entre los primeros filósofos con una concepción de la humildad como meta-actitud que proporciona al agente la perspectiva apropiada a la moral. La noción de Kant es la humildad como virtud central en la vida.
Mahatma Gandhi sugiere que la verdad sin humildad es corrupta y deviene en caricatura arrogante de la verdad.
Tao Te Ching dice que la humildad es una virtud central en el taoísmo. La frase siguiente describe como debería entenderlo una persona de acuerdo a estas enseñanzas. Una persona sabia actúa sin proclamar sus resultados. Archiva sus méritos y no se queda arrogantemente en ellos, no desea demostrar su “superioridad”.
Nietzsche escribió sobre la humildad como una debilidad, una falsa virtud que escondía las decepciones en su interior.
En realidad, después de estas explicaciones llegamos a la conclusión de que ser humilde y espiritual es:
- Una persona que hace, pero no está proclamando que lo hace.
- Una persona que es, pero no lo está enseñando.
- Un ser sabio que no necesita manifestarlo.
- Un humano que trascendió, pero ayuda a los demás.
- Una persona que, sin necesidad de proclamar sus excelentes virtudes… ES.
Ahora vamos a entender lo que significa ser espiritual:
Se les hizo creer que ser humilde era ser pobre, sumiso, manso, paciente, dependiente, manejable, dócil, sencillo, modesto, tímido, bondadoso y servicial, con el propósito de manejarlos, conservando con ello el poder, la ambición y la dependencia.
Se les hizo creer que ser espiritual era ser callado, idealista, soñador, altruista, desinteresado, filántropo, quijote, generoso, romántico, desprendido, magnánimo e iluso.
Se les hizo creer que ser bondadoso era ser sacrificado, bienhechor, virtuoso, indulgente, afectuoso, cordial, cándido, bonachón, inocente, conveniente y servil.
Hasta aquí podemos decir que son cualidades, pero estas no han sido comprendidas por ustedes: simplemente las adaptaron, no las cuestionaron y se dejaron convencer de que eso era ser una persona buena y de que, si lo eran, se irían al cielo eterno, donde un padre benevolente los esperaría para hacerlos felices eternamente.
Primero vamos a entender lo que significa ser humilde:
Humildad
Humildad es la característica que define a una persona modesta, alguien que no se cree, mejor o más importante que los demás en ningún aspecto. Es la ausencia de soberbia. El término deriva del latín humilis, que se traduce no solamente como humildad sino también como bajo o de la tierra y humus. En el pasado se pensaba que las emociones, deseos y depresiones eran causadas por irregularidades en las masas de agua. Debido a que el concepto alberga un sentido intrínseco, se enfatiza en el caso de algunas prácticas éticas y religiosas donde la noción se hace más precisa.
La humildad en el budismo
En el budismo, se es humilde cuando se es consciente del camino a seguir para ser liberado de los sufrimientos de la vida y las vejaciones de la mente humana.
La humildad en la filosofía
Kant se encuentra entre los primeros filósofos con una concepción de la humildad como meta-actitud que proporciona al agente la perspectiva apropiada a la moral. La noción de Kant es la humildad como virtud central en la vida.
Mahatma Gandhi sugiere que la verdad sin humildad es corrupta y deviene en caricatura arrogante de la verdad.
Tao Te Ching dice que la humildad es una virtud central en el taoísmo. La frase siguiente describe como debería entenderlo una persona de acuerdo a estas enseñanzas. Una persona sabia actúa sin proclamar sus resultados. Archiva sus méritos y no se queda arrogantemente en ellos, no desea demostrar su “superioridad”.
Nietzsche escribió sobre la humildad como una debilidad, una falsa virtud que escondía las decepciones en su interior.
En realidad, después de estas explicaciones llegamos a la conclusión de que ser humilde y espiritual es:
- Una persona que hace, pero no está proclamando que lo hace.
- Una persona que es, pero no lo está enseñando.
- Un ser sabio que no necesita manifestarlo.
- Un humano que trascendió, pero ayuda a los demás.
- Una persona que, sin necesidad de proclamar sus excelentes virtudes… ES.
Ahora vamos a entender lo que significa ser espiritual:
Espiritualidad
La espiritualidad es la forma de venerar a un dios o varios dioses a través de una estructura como la religión, o a través de pensamientos y actitudes no estructurados. Puede haber espiritualidad sin religión, pero no hay religión sin espiritualidad. Uno de los objetivos de las religiones es experimentar y expresar la realidad en su dimensión trascendental. Esta expresión siempre se desarrollará influida por la cultura de la sociedad en la que se expresa y podrá parecer inaceptable o incomprensible para otras culturas dicha forma de expresión.
De esta manera, la espiritualidad está llamada a ser una disciplina universal en el grado en que dichas culturas sean capaces de liberarse de las particularidades culturales. Aquí lo dice muy claro, espiritualidad es una forma de pensar, una manera de existir. Puede existir espiritualidad sin religión. Es una expresión de carácter o personalidad, no es una aptitud ante la vida o una forma esquemática de ser. Es la esencia positiva que rige la vida, las actitudes, la manera de vivirla y la forma de sentirla.
No se necesita bajar la cabeza, hablar calladito, no mirar a los ojos, sentirse insignificante, desvalorado y tremendamente tímido. Esta persona no la podemos clasificar de humilde o de espiritual: esta persona sería clasificada como un ser acomplejado, sin carácter ni personalidad. Es importante re-grabar los conceptos que fueron pésimamente grabados en sus energías-pensamientos; esta es la gran confusión que existe en sus mentes. Es tanta la maraña, enredo y desorden de las energías-pensamientos que ustedes no saben lo que es cierto o errado.
A pesar de que muchos de ustedes se han librado de esas enseñanzas equivocadas y mal entendidas, todavía persiste dentro de sus mentes el revoltijo de conceptos y la mezcla de doctrinas que no les permite la libertad consciente y responsable. Estas enseñanzas erradas persisten, y se han desenvuelto generando mística, contemplación, ritos, cánticos, sublimación, devoción, ensimismamiento, abstracción,éxtasis, arrebato y recogimiento. Estos métodos atrapan el desarrollo espiritual y lo determinan a encauzarse para poderlo sentir y expresar.
Por eso les decimos que la fuerza positiva está también enferma: porque no emerge, no se despega de esos procedimientos y prácticas rutinarias, y no va al fondo del conocimiento y entendimiento de la realidad. Busca el frenesí del sentir, del pensar, de las emociones; no entiende ni sabe que la espiritualidad no se expresa con palabras, actos o acciones: la espiritualidad simplemente…ES. Cuando se convierte en yo soy, entonces no se necesita pensar, sentir o hablar. Es la esencia del ser espiritual.
Cuando la fuerza positiva se cure, entonces recobrará su carácter y personalidad. Surgirá como el ave fénix, con tal fuerza que la sumisión, servilismo, idealismo, frenesí, éxtasis y fantasía desaparecerán de su vida para dar entrada al orden, disciplina, carácter, personalidad, resolución, alineación, posición, equilibrio, proporción, armonía, paz, seguridad, táctica, estilo, comunidad y hermandad. Dejará de ser ese ser débil y desprotegido para poner orden en el planeta y saber colocar las normas en su debido lugar.
El Ser Uno
¿QUE SIGNIFICA SER PURO DE ESPIRITU?
Hay un dicho que es absolutamente cierto; dice que los puros de espíritu
ven a Dios. Pensemos en esa frase: los puros de espíritu. ¿Qué significa? ¿Por
qué no pudiste sentir la presencia del Espíritu Santo? Porque no eres puro de
espíritu. Eso significa que en tu mente armas juegos y pones puertas trampa, y
estableces en qué condiciones serás un ser espiritual. Eso es lo que significa.
Una persona que es astuta, manipuladora, y que solo toma de esto lo que quiere
y nada más no es pura de espíritu.
Podríamos tomar a una persona común y corriente de la calle, que nunca
ha oído las enseñanzas, una entidad común que siempre ha sido franca y nunca a
manipulado a nadie, y decir que es un hombre sincero o una mujer sincera.
Algunas personas necesitan decir que la sinceridad es algo brutal. La
sinceridad no es brutal; es deliciosa, es inusual. Todos vosotros pensáis que
decir no es ser sincero. ¿Sabíais que decir sí también lo es? ¿No es eso
exquisito? Algunos de vosotros pensáis que ser sincero implica ser malvado. No
es asi. Es compasión. Es belleza; belleza verdadera. Cuando una persona es
honorable contigo, es que es pura de espíritu. No hace falta que esté en esta
escuela. Pureza de espíritu significa que no hay sombras que la respuesta
tenga que atravesar, no hay laberinto que deba recorrer del cual saldrá confusa
y deformada.
Cuando una persona es honorable contigo, no tienes que entrar en su
juego y quedar atrapado en su vida para tratar de hallar la solución. Una mujer
honorable es pura de espíritu y se ha purificado a sí misma, ya sea por su
educación o por las circunstancias en las que se encuentra. Nunca se ha sentido
perseguida por su pasado. Nuestro pasado nos persigue cuando hemos sido
deshonestos con nosotros mismos y nunca observamos la verdad en nuestro
interior. La razón de que tengamos pesadillas es que jamás hemos sido sinceros
con nosotros mismos, y no nos hemos dicho lo que realmente somos. Siempre hemos
jugado a los espías y a las escondidas con nosotros mismos. ¿Y por qué? Estoy
seguro de que para ser encantadores, para agradar, para ser misteriosos, para
ser astutos. Todos esos juegos, toda esa manipulación, han destruido la pureza
del espíritu.
La entidad que vive en los arrabales y es capaz de ser honorable no dice
mentiras; y tú mientes un montón. Creas rumores, mientes, y eres deshonesto
porque no sabes lo que es ser honorable. No sabes lo que es hablar simplemente
tu verdad. Sin embargo, la práctica que conlleva hacer eso hace aflorar la
rectitud en el individuo. ¿Por qué menciono esto? Porque el engaño es el juego
del ego alterado. El engaño es el juego. Mientras podamos mantener a los demás
aquí ocupados, bajo la falsa idea de que somos lo que decimos que somos, ellos
nunca pasarán de cierta línea para descubrir lo que ni siquiera nosotros
sabemos que somos.
¿Qué tiene eso que ver con el hecho de que conciencia y energía crean
la realidad? La falta de rectitud provoca un fraccionamiento de la energía
enfocada, pues cada vez que te enfocas, debe dirigir su enfoque a través del
laberinto de la deshonestidad y la falta de rectitud. Esa energía pura es la
que siempre se estruja en el trapo sucio, y el agua que al entrar era pura,
sale turbia y mugrienta por el otro lado. Y tú dices: «¿Qué pasó? No funcionó».
Las enseñanzas no te van a funcionar hasta que seas puro de espíritu. Eso
significa ser sincero y honorable, que cuando te acuestas por la noche tus
sueños no te inquietan, y que no estás preocupado por lo que le dijiste a
aquella persona y recuerdas lo que dijiste e intentas mantener la trampa
tendida. Cuanto más sincero y honorable eres, más limpio estás. Entonces, cuando
añadimos el pensamiento común de la mente de Dios, se produce la manifestación
instantánea. Las manifestaciones que has conseguido tras largas horas de
enfoque se han manifestado de forma fraccionada. Si llegas a iluminarte acerca
de esto, verás que alumbró cada parte del laberinto de la mente en vez de ir
directamente al centro. Entenderás que no puedes manifestar nada en tu vida que
no haya atravesado el laberinto de la mente.
¿Realmente esperas que tu enfoque en lo milagroso aparezca
inmediatamente? Si conciencia y energía son la base suprema de toda la
realidad, entonces ¿qué hemos hecho con nuestra conciencia y cuáles son las
reglas de la manifestación aquí? Las reglas no son nada que hayamos escrito,
sino nuestra manera de pensar y, ¡ay!, aquí encontramos el pequeño
inconveniente. Comprendemos que sólo cuando somos puros de espíritu podemos
conseguir la manifestación pura e instantánea. ¿Y por qué en nuestra vida han
sucedido pequeñas cosas insignificantes, y pareciera que no ha sucedido ninguna
de las grandes cosas? Porque las grandes cosas requieren mucha maquinación y
planificación, y las pequeñas cosas son tan insignificantes que no necesitan un laberinto, pues no son importantes; por eso suceden.
¿Por qué un día puedes curar tu dolor de cabeza y al día siguiente no
puedes? Porque el dolor de cabeza presenta algunos imprevistos. Primero tenemos
que ver por qué elegimos tener el dolor de cabeza y cómo el dolor de cabeza nos
ha beneficiado. Tal vez ese día no queríamos trabajar. Tal vez el dolor sea
consecuencia del estrés. ¿De dónde vino el estrés? De la desconfianza. ¿De
dónde vino la desconfianza? Del estado de separación, la falta de unidad en
Dios. ¿Cómo podemos entonces curar el dolor de cabeza hasta que no hayamos
curado el problema que está detrás de eso, hasta que no hayamos limpiado a
fondo el laberinto que conduce a él? El dicho antiguo dice que los puros de
corazón y los puros de espíritu siempre ven a Dios.
Entonces, ¿qué deberías estar haciendo? Si yo fuera tú —y soy feliz de no
serlo—, en vez de trabajar en la riqueza fabulosa, trabajaría en todos los
desvíos que me apartan de mi Dios y me apartan de serlo. ¿Y qué vendría a ser
eso? Mi propia deshonestidad, los juegos en los que entro conmigo mismo. Por
ejemplo: ¿cuándo vas a dejar de culpar a tus padres por tu vida miserable, y
por qué sigues cargando con eso como una muleta? Porque te conduce a donde
quieres. Eso es lo que hacen las personas astutas. Lo pueden usar para
conseguir lo que quieren. ¿Entiendes ahora cómo funciona el juego? Las
personas honradas no hacen esto* lo hacen las personas astutas. Es parte de la
estrategia del juego, es parte de un ataque. Cada vez que haces eso, es como si
yo regresara y reconstruyera la ciudad de Onai tan sólo para destruirla otra vez.
¡Qué ridículo es eso! Tú haces lo mismo pero a costa del reino de los cielos
y, a fin de cuentas, a costa del tormento.
Si yo fuera tú, trabajaría en la rectitud y en la pureza de espíritu.
Todos los días dedica cinco minutos de tu día —sé que va a ser difícil— a estar
totalmente presente y decir: «Espíritu Santo, mi Espíritu Santo, te suplico que
en este día presentes ante mí el cenagal de mi deshonestidad y que me alimentes
de él hasta que lo haya consumido todo y ya no quede nada.» Es difícil de hacer,
pero si vas hacia la inmortalidad, no tienes otra elección, porque eso es lo
que te está apartando de ella.
Lo segundo que yo haría es aprender a ser recto, el uso recto del
enfoque. ¿Qué significa eso? Significa que dejes de pensar en función de tu ego
alterado y pienses en función de la luz de toda la eternidad. Esta vida que estás
viviendo... Hay algunos de vosotros que no sabéis lo cerca que estaréis de
morir. Muy cerca. Esta vida podría terminarse mañana por la mañana, y tú ni siquiera la has vivido.
Piensas que vivir la vida es acostarte con cada prostituta. Piensas que la
vida es visitar todas las tabernas del Pony Pisador. Piensas que la vida son
las drogas. Eso no es vida. Y así te has perdido de la vida una vez más.
Yo empezaría a pensar teniendo en cuenta la luz de toda la eternidad. Mi
próximo punto de enfoque sería cuánto vale este momento a la luz de toda la
eternidad. ¿Qué estoy a punto de decir? ¿Lo que estoy a punto de decir es
relevante para el momento presente y para el problema en que me encuentro, o es
relevante a la luz de toda la eternidad? Yo siempre elegiría la luz de toda la
eternidad, pues recuerda que, en última instancia, nosotros somos nuestros
propios fiscales, nosotros somos el verdugo. ¿Por qué habríamos de rogarles a
ellos —que somos nosotros— la liberación para una vida temporal cuando podemos
tener vida para toda la eternidad? A la luz de toda la eternidad, ¿cuánto vale
este momento?
Lo siguiente que haría es no quitarles nada
a los demás ni jugar al juego de la prostitución mental. Hay algunos
de vosotros aquí que sois muy tacaños, sois unos codiciosos ladrones.
¿Qué podemos decir de eso? ¿Cómo puedes pedir riqueza fabulosa cuando
eres avaro con la riqueza que tienes? ¿Cómo puedes ser Dios v codiciar
tu monedero?
Algunos de vosotros aquí sois ladrones. Robáis a la gente y lo llamáis
manifestación. ¿Ves cómo funciona el laberinto? ¿Ves cómo justificamos todo y
que la personalidad debe ser justificada a fin de que pueda asirse a esta
vida? Te digo que ni por todo el dinero de este mundo ni del mundo venidero te
vale la pena perder tu pureza de espíritu. No lo vale. Hay muchos santos que
anduvieron sobre esta tierra y que comían pan ácimo, sólo bebían agua, y a
veces ni siquiera eso, y el vino hubiese sido un placer sin medida. ¿Quién hizo
esto y por qué? Porque era el principio fundamental de sus vidas. Podían gozar
del vino, del banquete empalagoso, del cordero, los dulces, las olivas y el
queso, pero sólo si sabían andar en ciertos círculos, y hacer eso significaba
enturbiar la pureza del espíritu. Los grandes seres a veces eligen ser simples
porque el ser de otra manera implica renunciar a lo que les es más cercano y
querido: la luz de toda la eternidad.
Al otro
extremo de esto estáis aquellos de vosotros que sois ladrones. Os he observado.
¿No sentiste que tu conciencia se estremecía? Sí, lo sentiste. ¿Sabes qué
hiciste con eso? Lo justificaste diciendo que era una manifestación. No es tuyo
a menos que te lo den, y que te lo den por medio del amor de Dios —Dios es un
dador; no quita—, y que te lo den sin esperar nada a cambio. Eso es
incondicional e ilimitado. Vas a encontrar muy pocas personas en el mundo que
saben dar de esa manera, así que las ocasiones de recibir podrían ser muy
pocas. Pero todo debería ponerse en la balanza frente a tu vida espiritual.
No tomes ni
una copa de oro ni un penique de cobre que no te pertenezcan, y si lo has
hecho, devuélvelos. Eso se llama honestidad y ser honorable. Es algo difícil
de hacer; es difícil tragarse la propia deshonra. Yo preferiría tragarme mi
deshonra y saber que viviré para siempre —tal vez burlarme de mi propia
ridiculez y de mis propios camaradas—, preferiría vivir conforme a eso antes
que ir a parar a los gusanos, perder mi memoria, nacer otra vez sin ningún
recuerdo, y tener que empezar todo esto de nuevo con un alma herida.
RAMTHA
LA DIFERIENCIA ENTRE OIR LAS PALABRAS Y LLEVARLAS A LA PRACTICA
Al observarte, pues has venido aquí a aprender la vida espiritual, a
aprender el poder de la conciencia y la energía y cómo solucionar ciertos
problemas de tu vida, quiero que sepas, de manera muy franca y directa, que no
me escuchas. Filtras sólo lo que tu parte humana necesita y no oyes el resto.
¿Cuál es la diferencia entonces entre oír las palabras y llevarlas a la
práctica? Si hubieras escuchado todo lo que te he enseñado, y si te hubieras
dedicado con sinceridad a aplicar todo lo que te he enseñado con la debida
presteza y a concretar esa realidad adecuadamente, entonces, cualquiera haya
sido lo que creaste, habrías realizado una travesía que convertiría en realidad
todos tus sueños. Pero tú no me escuchas.
Para entender por qué algunos de tus sueños no se harán realidad, te
diré que hay algunos de vosotros que insistís en hacer las cosas a vuestro
modo. Yo te digo que tú no sabes más que yo, porque si lo hicieras no estarías
sentado donde estás, y yo donde estoy. Pero hay una obstinación en la psique
humana que es interesante. Todo el mundo se afana por ser singular. Por eso
existe una palabra llamada belleza y una palabra llamada fealdad. Ahora bien,
en el verdadero reino de Dios, esas palabras ni siquiera existirían. No serían
necesarias, porque no son aspectos de Dios, son aspectos del ser humano.
Hay una necesidad de individualidad; lo complejo, sin embargo, es que
quieres ser suficientemente individual, pero quieres mezclarte. Quieres ser un
individuo, pero quieres que te acepten. ¿Quién quieres que te acepte? ¿Otros
individuos? Así que junto a esta necesidad de ser un individuo y
valerte por ti mismo, tenemos a un tonto. Y el tonto dice: «Yo sé lo que más me
conviene y puedo descartar toda esta basura, porque no es lo que quiero ahora
en mi vida. Quiero ser un individuo. No quiero homogeneizarme con el Espíritu.
Trabajé muy duramente para ser individualista».
Así que esto es lo pasa: tomas sólo lo que quieres tomar y lo que
piensas que es bueno para ti. Yo jamás te he dado una enseñanza que no
te beneficiara ni una enseñanza que, de ser aceptada completamente, no te hiciera evolucionar. No estoy aquí para hacerte retroceder; estoy aquí
para hacerte avanzar hacia el hermoso, maravilloso y delicioso presente que te
sigues perdiendo.
En esta necesidad de individualidad, estableces tus propias reglas, y yo
debo enseñarte en torno a esas reglas. Entonces, cuando venimos a crear un
nuevo año, ¿cómo vas a edificarlo? ¿Qué herramientas, me atrevo a preguntar,
has cultivado durante el año anterior que te permitirán llevar a cabo con
absoluta certeza aquello que quieres? Y te diré esta noche que estás lisiado.
¿Por qué tu vida como individuo está tan trastornada, y tu vida como
ser espiritual sólo viene en tu ayuda, al parecer, en el momento más extraño y
respecto a cosas que ni siquiera parecen ser importantes? ¿Por qué el Espíritu
no está íntegramente contigo? Por que tú estableces las condiciones. Tú
instalas la red neuronal. Le has puesto una pared a la expresión total, a la
participación total.
El Vacío nos limpia, ¿no lo sabes? Cuando entramos en el Vacío, no
podemos hacerlo en carne y hueso. Esta cara bonita no puede ir allí, este
hermoso cuerpo no puede ir allí, y sin embargo, esas son las normas que
establecemos para el yo. Y ser capaces de concentrarnos es demasiado incómodo
para esta cara bonita y este cuerpo hermoso. ¿Y sabes lo que haces? Ni siquiera
lo intentas. Llegas hasta cierto punto y simplemente te pones a pensar. ¿Por
qué no llegaste hasta allí? Porque no escuchas y porque no trabajas. Esperas
que yo haga el trabajo por ti. Esta escuela no se trata de eso. Yo ya hice mi
trabajo, viví la vida, transité el camino. Este es tu trabajo. ¿Es difícil
esto? No es nada difícil, es tan simple como las decisiones que has tomado en
tu vida.
LOS SECRETOS DE LA VIDA NO ESTAN FUERA DE NUESTRO ALCANCE
En mi vida, mis grandes maestros fueron todos los
hombres que conquisté, todas las personas que amé, todas las mujeres que conocí,
y cada parte de cada árbol que encontré en mi travesía. Todos ellos me enseñaron
a hacer una pausa más adelante en mi vida, y comprender que Dios se embellece
en una hoja, y que los secretos de la vida no son tan profundos como para que
los hombres y las mujeres comunes no sean capaces de percibirlos. Están allí
mismo, en el árbol joven que crece a la sombra del más grande esforzándose por alcanzar
la luz.
Están allí, en los peces que emprenden el camino de
regreso a sus nidos para asegurar la supervivencia de sus crías, para que
ellos también un día puedan ser parte del espíritu de Dios en la materia. Están
allí, cuando observas la travesía del humilde escarabajo, que recorre el
traicionero camino de los depredadores y encuentra suficiente alimento que
llevar a su refugio para poder subsistir; o cuando observas las aves acuáticas
posarse sobre ríos de esmeralda entre los juncos que crujen, y las observas
mientras eligen a sus parejas, es algo muy especial, y ves cómo entregan su
vida para construir sus nidos y se pasan largas horas atendiendo el huevo, el
huevo sagrado, para engendrar a las crías y cuidarlas desinteresadamente. ¿No
es eso Dios? Esa es una gran enseñanza.
Cuando nos volvemos conscientes de que somos Dios, vemos la vida de manera
diferente. La mayoría de vosotros aún se debate en el río turbulento de la
humanidad. Todavía estás atrapado en las contrariedades de tu pasado, en las
heridas de tu cuerpo, en tus redes neuronales. Estás intentado cruzar al otro
lado, pero tienes tanto miedo de resultar herido, o de perderte alguna otra
cosa, que te refrenas. Estás atrapado en las contrariedades de cruzar este río.
Contemplemos
esto entonces. Cuando no sabemos que somos Dios, sabemos una sola cosa; que
somos seres humanos. Ese saber es tan común que aún no hemos alcanzado
la asombrosa comprensión de que cuando sabemos que es eso lo que somos,
no es de extrañar, entonces, que seamos parte de las contrariedades de la vida
que rasgan la carne y se enganchan a ella, que seamos parte de una vida tan
sobrecargada por la carne que tenemos miedo de cruzar el río.
El aspecto
iluminador de esto es, por supuesto, que nosotros le hemos dado poder a lo que
pensamos que somos. Os he observado hace 35.000 y os he observado hace poco,
pues, tal como se ve, cada instante es propicio al cambio. No hay nada
establecido, excepto lo que la divinidad puede establecer para el ignorante, y
sólo puede establecerlo conforme al ignorante. La divinidad nunca ha sido capaz
de establecer lo divino para la divinidad.
Te he
observado y contemplado, porque cuando no sabes que te observan eres más
auténtico. Entonces sé qué clase de estudiante tengo, sé cuál es el potencial
que estás colapsando y qué es lo que realmente deseas vivir. Sé cuál es tu
naturaleza común. Esa es la elección más poderosa, pues significa que Dios debe
fluir a través de esa naturaleza común del ser humano. Observo cómo todos los
días pasas por alto grandes enseñanzas. ¿Y sabes por qué las pasas por alto? Porque
jamás las ves. ¿Sabes qué vez? Ves tu cuerpo, tu rostro. Ves lo esbelto o lo
gordo que está tu cuerpo. Piensas en comer, en dormir y en copular. Piensas en
la ropa. Piensas en todas estas cosas.
Lo que eso me
dice, en simples palabras humanas, es que has elegido ver sólo lo que favorece a
tu cuerpo. Y eso me dice —y así es— que has ignorado a tu Dios. Todos los días
al despertarte, tu elección es o ver el cuerpo y su personalidad o ver al Dios.
Hay unos pocos
de vosotros —y nos sobran los dedos de una mano para contarlos— que están
aprendiendo a ver a Dios a diario y comúnmente. Eso significa que para ellos
cada día es una lección. Las lecciones no tienen por qué ser difíciles; las
lecciones pueden ser maravillosamente asombrosas. Asombrarse es una
experiencia placentera. Estar cautivado por algo tan simple y a la vez ser
capaz de ver su mecanismo es una experiencia asombrosa. Sois muy pocos los que
habéis asumido la naturaleza común de ver lo que sois, lo que queréis ser,
Dios. ¿Cómo vemos a Dios en su forma más elevada, más pura y más directa? En la
naturaleza, y cuando te levantas y das un paseo y miras a tu alrededor,
encuentras regocijo en la luz matinal.
Algunos de
vosotros no os regocijáis en la luz matinal porque está lloviendo, pero eso es
tu humanidad.
Quiero que lo
sepas. Tu humanidad no se regocija en nada que sea molesto, pero tu Dios se
regocija en la lluvia, porque es el agua de la vida; nutre la tierra. ¿Y cuándo
podrías decir que hay demasiada? Nunca será suficiente.
En el instante
que se despiertan, ellos inhalan el aliento de vida y se regocijan en su
vitalidad. Si lo que somos refleja exactamente lo que hay en nuestra vida,
entonces, ¿qué eres tú? Eres una persona que en el pensamiento común no
necesita que se le recuerde, no necesita ir a mirar una nota que diga: «Hoy
observa la naturaleza; allí verás a Dios»; una persona que no necesita hacer
eso, que se despierta y ve que ahora es una entidad que ha elegido simplemente
verse a sí misma conectada a todo en vez de aislada en una forma humana.
Sin embargo,
esta es la paradoja: la entidad que descubre las lecciones de la naturaleza se
convierte en un amante de la naturaleza. Sólo observamos aquello que
verdaderamente amamos u odiamos. Y la entidad que observa la naturaleza, se
observa a sí misma — ¡qué hermoso!—, porque en ese momento es la unión de la
totalidad. Eso es un maestro que se está forman do, lo está haciendo
silenciosamente. Esa entidad entonces, vivirá una realidad diferente a la
realidad de la entidad humana, porque esa entidad puede
cruzar el río y caminará sobre el agua, pues es el agua. El ser humano se
acercará al agua y dirá: «Te ordeno que te quedes quieta y yo construiré un
puente para cruzarte». La peculiaridad de los seres humanos es que todo lo
hacen para la gloria de su propio yo. Pero ¿quién es el yo al que están
glorificando? El humano, la personalidad: «Puedo construirlo mejor y más
grande».
Igual que mi
ejército alrededor del gran árbol, el Señor del Bosque. Les pedí que me
contestaran: «¿Qué sabe este árbol que vosotros no sabéis?» No podían contestar
esa pregunta, pues eran guerreros. ¿Cómo podía intimidarlos un ser tan
obviamente gigantesco? ¿Cómo esa cosa podía saber más que ellos? Como su ego
alterado se interpuso en el camino, no pudieron hallar la respuesta, y sin
embargo, estaba delante de sus ojos; ni siquiera podían verla. Eso es lo que tú
eres; así es como eres.
—Este árbol no sabe morir; sólo vosotros sabéis hacer eso. Este árbol
estará vivo cuando las generaciones de los descendientes de vuestros
descendientes que aún no han nacido vivan aquí.—Pero, Señor, podemos derribar este árbol en un instante.
—No en un instante; os hará falta más de un instante para extirpar el
corazón de este árbol. Y eso es verdad. Podéis hacerlo, pero esa es la
diferencia entre el árbol y vosotros: vosotros sabéis morir; él no.
RAMTHA
LAS ENSEÑANZAS SON UNA AMENAZA PARA NUESTRA PERSONALIDAD
Realmente necesitas algo de ayuda, pues no tienes fe en este trabajo. Lo echaste a perder, lo aceptaste sólo hasta el punto en que no avergonzara, rebajara o empequeñeciera tu identidad individual. Y al hacer eso, la identidad fue más importante que el Espíritu Santo.
Cuando necesitas las enseñanzas, no tienes fe en
ellas, porque no las aplicas. Así que en definitiva, lo que debemos considerar
es por qué pides algo que no te mereces. No te mereces el Espíritu Santo ni te mereces
la resolución; tampoco eres digno de caminar sobre el agua, sobre ese río
turbulento que va a permitirnos dar el paso de nuestra humanidad a nuestro espíritu.
No existe ningún otro lugar —y te ruego que vayas y
encuentres uno, si piensas que me equivoco— que hubiera podido transmitirte
enseñanzas y disciplinas tan magníficas, con una gracia, fortaleza y tenacidad
tan absolutas como las que se te han ofrecido aquí. Pero parece que tú
consideras las enseñanzas como una amenaza física. Lo son. Son una amenaza para
la personalidad. Cuando la personalidad necesita derramar su semilla, tener
sus orgasmos, llenarse la barriga, alisarse el cabello, y ponerse sus ropas
finas, las enseñanzas se interponen en su camino. Todo esto son reacciones
sensuales, y cuántas más reacciones sensuales tengamos, más hermosos somos o
más aceptables. Así es justamente como funciona.
Consideras a las enseñanzas como una amenaza; pues
bien, lo son, porque te piden que reemplaces este ego alterado con el reino del
cielo. Cuando lo adoraban por los milagros que realizaba, Yeshua ben José
decía: «No he sido yo quien ha hecho esto». Lo que estaba diciendo era: «No he
sido yo, Yeshua ben José, quien ha hecho esto. No veneréis mi ego alterado. No
veneréis mi rostro ni mis pies. No veneréis mis vestiduras. ¿No entendéis? Fue
el Padre celestial que vive en mí quien lo hizo. Yo no soy nada». Nunca se adjudicó
el mérito por su obras, siempre se lo dio a Dios, y al hacer eso, pasó una
prueba que tú nunca enfrentarás en esta vida, porque no tienes las agallas de
decir «es mi Dios quien lo ha hecho», pues es demasiado difícil quitarle el
mérito a tu personalidad; demasiado tentador. Supongo que esa es la diferencia
y el motivo de que los maestros no residan entre vosotros. Lo único que
recibimos en la vida es aquello que somos. Sólo manifestamos en nuestra vida
aquello que es igual a lo que somos. Esa es la ley; sin excepciones y sin
prejuicios. Obtienes todo lo que deseas y, por desgracia, deseas lo que es
perecedero. Yo me esfuerzo por enseñarte acerca de lo imperecedero.
Muchos de vosotros habéis hecho milagros, ¿pero es eso
suficiente como para que te cruces de brazos el resto de tus días? «Bueno, fui
capaz de hacer esto. Hace dos años hice aquello, hice lo otro.» ¿Vas a vivir a
cuenta de esa reputación? ¿Acaso disculpa, de alguna manera, tu conducta de
hoy? ¿Y por qué hoy no puedes librarte de tu dolor de cabeza? El hecho de que
el año pasado hayas obrado un milagro, ¿es motivo para que pases por alto el
problema que creaste hoy? La reputación no va a resolverte la vida. Se trata
de vivirlo a cada instante del presente divino.
No puedo enseñarle a nadie que insista en oír sólo lo
que le interesa oír. Yo puedo enseñarles a aquellos que despiertan y comprenden
que el verdadero problema de su vida es que han recibido una gran cantidad de
sabiduría, y que no sólo la escucharon verbalmente, sino que se les dio la
libertad de llevarla a la práctica. Y muchos tienen el mérito de haber podido
hacerlo y de haberse probado a sí mismos que la enseñanza no es una filosofía,
sino una verdad.
Yo podría sentarme a llorar durante otros 35.000 años,
porque la mayor travesía en la que me he embarcado ha sido regresar para
conseguir que realices ese único y pequeño milagro: la verdad. Y si eso no funciona,
entonces nada va a funcionar. No se trata de que yo sea Ramtha o que no lo sea,
sino de que yo te enseñé a obrar lo milagroso, y tú lo hiciste. ¿No hace eso
que nos preguntemos cuánto más hay ahí? Ese pequeño milagro, esos dos pequeños
milagros, esos dos niveles de verdad son como plumas en el viento en lo que
respecta a la personalidad, porque la personalidad puede negar, rechazar y
razonar lo milagroso en sus propios y sórdidos términos de lógica. Les ha
pasado a los mejores de vosotros. ¿Recuerdas el dicho que dice «los últimos
serán los primeros y los primeros serán últimos»? Es totalmente cierto.
En algún lugar dentro de cada uno de vosotros debe nacer, tal como nació en
mí, la idea de que debe existir algo mejor que mi vida. Yo tuve mucho tiempo
para pensar en eso durante los siete años que pasé en la roca. Yo me senté y
sufrí durante siete años. Y te diré algo que deberías considerar digno de atención: yo creé mi propia traición
porque en una sola ocasión no utilicé mi sabiduría. ¿Cuántas veces al día no
usas tu sabiduría? ¿Hace falta que te señale el abuso que le infliges a tu
vida por no usar la sabiduría que tienes en algún lugar dentro de ti y que
obtuviste un asombroso día?
Los primeros años estaba lleno de ira y amargura;
lleno de resentimiento y de odio. Estaba resentido con todos y odiaba a todos.
Yo era la víctima por excelencia. Como era el líder, sufrí una gran caída
desde mi inmortalidad, la leyenda que yo era. Imagínate eso. Yo sé por qué no
haces cosas que amenacen tu imagen, pues yo también lo hice; sé lo que se
siente. Yo estaba resentido, lleno de odio, y sin embargo, no podía hacer nada
al respecto. Así que siéntate allí, Ramtha, y resiéntete y odia un poco más;
sólo estás creando el día siguiente que te va a herir todavía más, y vas a
sentirte peor. Y después de un tiempo, me harté de sentirme peor. ¿Sabes por
qué estaba resentido? Por haberme caído de mi imagen, y a eso súmale la herida.
Yo estaba resentido por eso. Pero no podía hacer nada al respecto, después de todo,
yo había creado las circunstancias de mi propia caída. Así como tú continúas
creando las circunstancias que vuelven a presentarse en tu vida, así lo hice
yo.
Aquel pájaro nocturno me enseñó más de lo que había
aprendido en toda mi vida. Era mi compañero único y verdadero. A él no le
importaba que yo fuera el Ram, nada más no hagas ningún ruido, no sea que
despiertes a los pichones. Después de un tiempo obedecí eso. Yo estaba en su
territorio; ellos no estaban en el mío. ¡Qué interesante!
¿Sabes en qué consiste el resentimiento? En tratar de
volver al pasado. Existe una cualidad primitiva en la personalidad con respecto
a querer volver a su pasado. Es primitiva hasta el punto en que continúas regresando
a las cosas que te resultan familiares, formas de pensamiento familiares, modos
de pensar que son familiares. Es un elemento primitivo en ti. Yo lo sé; estaba
en mí.
Déjame decirte cómo es. Continúas reafirmando tu
pasado porque elegiste hacerlo. Por eso se interpone en el camino de lo milagroso
en tu vida, porque lo milagroso, con su luminosidad, debe atravesar las sombras
de tu personalidad. Regresar al pasado sería para mí como regresar a la última
ciudad que he arrasado, reconstruirla y volverla a destruir, luego pensar
acerca de eso, regresar y hacerlo otra vez. El pasado para mi -igual que lo que
tú haces todos los días— sería tratar de volver a Onai, erigirla, regresarla a
la posición donde estaba, dedicar todo mi tiempo a reconstruirla, piedra por piedra —y
ni qué hablar, por supuesto, de resucitar a la gente de entre los muertos—,
volverla a construir para hacer que me sometiera una vez más.
¿Por qué querría resucitar al guerrero que me escupió
en los ojos? ¿Por qué querría resucitar al sátrapa que deshonró a mi hermano?
¿Por qué querría hacer eso? Tú dices que tú no lo harías, pero yo te digo, ¿no
es eso lo que haces? ¿No reconstruyes tu pasado una y otra vez? Lo haces. Dices
que los rostros han cambiado, pero yo te digo que no sería diferente si yo me
fuera a otro plano, arrebatara a las personas que maté de la vida en la que
están actualmente, y ellas desaparecieran y regresaran al pasado. Lo único que
estás haciendo es reciclar los mismos rostros de siempre. Eso es lo único que
haces. Simplemente tienen puesta una máscara diferente.
Todavía no se te ha ocurrido realmente —excepto a
aquellos que puedo contar con una sola mano y que me sobren dedos— que para mí
la realidad comienza en la mente. No sucede en lo físico; eso no es realidad.
Esa es la diferencia con las personas que están atascadas en los escollos de
un río turbulento. Su realidad es el río turbulento.
Cruzar el río es
traicionero
Para los seres que han vivido su vida en comunión con
toda la vida, su realidad no es una única cosa específica, sino la comunión de
la vida misma, que está aquí. Si yo te dijera que no se trata de lo que haces,
sino de lo que piensas, entonces eso respaldaría, en pocas palabras, la
enseñanza de que conciencia y energía crean la realidad. Si lo hubieras
pensado, ya lo habrías hecho.
¿Cómo ponemos esa declaración en el contexto de lo
milagroso? Lo que piensas en tu cerebro siempre se manifiesta. Yo lo llamo
pensamiento común. El pensamiento común es el pensamiento más poderoso de
todos, porque no encuentra objeciones; se le permite ser. Lo milagroso requiere
nuestro trabajo: subir la energía más allá de nuestros tres primeros sellos,
debemos sentarnos y hacerlo. Es traicionero, porque quizá estamos cansados,
puede que sea tarde, tal vez estemos en la cama, o podríamos estar con alguna
prostituta. Así que siempre es traicionero; cruzar el río es traicionero. Pero
esto es lo que pasa. Tu pasado fue como mi pasado, yo me apoyaba sobre los
hombros de mis conquistas, pero cuando desaparecieron, me quedé sin hombros en
los que apoyarme. Ese era mi pensamiento común.
Tu pensamiento común es tu ego alterado, por eso se
sigue manifestando, y por eso tenemos que trabajar tan arduamente para que el
Espíritu Santo esté activo en nuestra vida. Decimos que es un trabajo arduo.
Sí, lo es, porque aún no te has apropiado de estas palabras. Estos
pensamientos transmitidos abiertamente y con elocuencia aún no son tus
pensamientos. Tú no piensas como yo. Incluso en el cerebro de esta mujer yo
pienso como un Dios, uso el cerebro como un Dios. ¿De qué otra manera explicas
esas horas de orientación fluida? Esa es la mente de Dios que fluye a través
de un cerebro humano, a la cual podrías criticar fácilmente, pero no puedes
negar que está fluyendo. Te estoy dando una demostración del pensamiento
común, fluye desde mí de manera ilimitada. Ni siquiera puedes sostener una
conversación conmigo. Tu pasado está reforzado por lo común de tu personalidad,
y lo milagroso aún no es parte de tus pensamientos. No piensas como Dios, por
lo tanto, no puedes vivir como Dios.
No se trata de lo que haces: se trata de lo piensas. Y
como tu profesor te digo que para mí tus pensamientos son realidad. No me
importa lo que hagas después, es insignificante. El punto de realidad se creó
en tu cerebro, y tú contemplaste el pensamiento. Eres un tonto si crees que
esos pensamientos no están expuestos
a todo el mundo del plano de la luz y más allá.
Eres un tonto si piensas que son privados, pues no lo son.
La divinidad fingida sólo te conducirá a la tumba, y
habrás perdido un cuerpo que te permite realizar las maravillosas obras del
reino del cielo. Retomo mi pregunta: ¿por qué le temes tanto a tu
personalidad? ¿Por qué piensas que si eres un ser divino vas a perder vida?
¡Qué tontería tan absurda!
Y no te excuses diciendo: «Soy joven». Esa no es una
excusa. La juventud ofrece la mayor reserva de energía para la consumación del
Cristo en la materia. Cuando envejeces, se hace difícil eliminar el dolor de
tus huesos, porque gran parte de tu vida emocional ahora está en ellos. Es aún
más difícil cuando ya no eres tan viril como para encontrar la energía hormonal
que ha perdido el cuerpo, para resucitarla en una clase de pasión que conocías
sólo cuando eras joven e imprudente. Todos piensan que son indestructibles
cuando son jóvenes. Son las hormonas las que te hacen pensar así, pero se
abusa de ellas, no se las usa.
¿Cuál es la recompensa? El reino de los cielos. ¿Y qué
significará eso? Significa que la mente se coloca en el altar de Dios, y se
coloca allí para que Dios simplemente la tome y la utilice como un instrumento
para crear el paraíso. Cuando lleguemos a ese punto, debemos depositar una pesada carga en ese altar, lo
que no es fácil, pues es difícil dejar a un lado nuestras enfermedades, ya que
han constituido nuestra personalidad. Es difícil dejar a un lado nuestra
sexualidad, pues nos ha causado problemas que le han dado sentido a nuestra
vida. Los problemas son siempre una razón para vivir.
Es difícil dejar a un lado la sexualidad. Es difícil
dejar a un lado la identidad femenina, porque te ha hecho llegar muy lejos en
la vida. Pero yo te digo que un día no te llevará a ninguna parte. Es muy
difícil dejar a un lado la identidad masculina, porque entonces piensas que te
pierdes la juventud. Te pido que te plantees conmigo, ¿hay algo que hayas hecho
que no continúes haciendo? Consideremos tus hábitos, ¿cuándo tienes
suficiente? Tienes suficiente cuando lo has hecho una vez, pero si eso no
basta, te pido que razones conmigo —muéstrame tu lógica, yo te escucharé—,
¿cómo es que la redundancia de esa actividad de tu vida podría ser superior a
la vida de una maestro? No lo es.
¿Significa que tienes miedo de que no te quieran? Si
te aferras al amor por medio de tu cuerpo, tu apariencia, tu juventud, o lo
que sea que te haya funcionado —lo que ha hecho que esas personas estén en tu vida—, si temes perder eso por el reino de los cielos,
entonces no eres digno del reino de los cielos y te has rodeado de las personas
equivocadas en tu vida. Si llevamos eso un poco más lejos, yo diría que tus
pensamientos las han creado a todas ellas, así que tus pensamientos están
equivocados, pues pienses lo que pienses en tu cerebro, debe consumarse aquí,
en los rostros de cada persona de tu vida.
Es mucho lo que hay que poner en el altar. Es mucho
lo que supone confiar en Dios. Pero Dios no se trata de confiar; se trata de
ser. La confianza existe sólo cuando estás separado de algo. Nunca puedes
desconfiar de ti mismo, eso sólo ocurre cuando estás separado de ti; y tú
estás separado. Nadie puede desconfiar nunca de sí mismo, porque siempre vive
aquello que es su yo, ya sea el humano o el Dios. Jamás puedes desconfiar de
lo que eres. Puedes predecir lo que serás por tus pensamientos, pero cuando se
trata de otra persona, eso es un signo de separación, es un acto de confianza.
En Dios no existe el confiar; sólo existe el ser.
Así es como es. En mi larga carrera, no sé cómo
decirte de manera más sencilla que has elegido tus pensamientos, y que eliges
pensarlos cada día como pensamiento común. Entiende esto: no debería haber
sorpresas en tu vida, porque no hay nada que suceda en tu vida que primero no
hayas pensado, contemplado y fantaseado como pensamiento común, el pensamiento
más poderoso de todos. No me mires y digas: «Fui inocente de esto». No lo
fuiste. Decláralo abiertamente. Eres un creador, y atribúyete el mérito por
eso, pues tú has tenido la fantasía, tú contemplaste el pensamiento, le diste
vueltas en tu cabeza, conspiraste, manipulaste, fuiste astuto, y ahora lo has
conseguido con todas esas complejidades. ¿De qué manera más sencilla lo puedo
decir?
Yo estaría totalmente fuera de lugar si te dijera que
estas son las enseñanzas más elevadas que hayan existido, sin que tú las
demostraras por ti mismo. Pero como tú has sido lo milagroso en esos
espléndidos momentos, yo estoy aquí para decirte que funcionan, y que
funcionan para todo el mundo.
Depositas mucho en el altar de Dios, pero cuando
cruces el río verás que no fue nada. Todos vais a cruzar el río, porque todos
vais a morir. Cuando cruces y estés fuera de este cuerpo —y fuera de esta red
neuronal atascada en sus hábitos— y eches una mirada hacia atrás, vas a
entender lo que te estoy diciendo. Tal vez haga falta otra de estas vidas para
que llegues a verlo.
Algunos piensan que yo no te dejo en paz. Es verdad,
no te dejo en paz. ¿Y por qué debería hacerlo? Soy tu profesor. Te estoy
diciendo lo que ningún otro puede decirte, ni siquiera tus mejores amigos, pues
ell0s nunca te dicen nada; siempre te dicen lo que les beneficia a ellos.
Vas a tener que reemplazar tu mente perteneciente al
mundo popular del ego alterado, sus idas y venidas, sus imágenes, sus
expectativas. Vas a tener que reemplazar algo de ese mundo con ser Dios, crear
un mundo y hacer cambios en él. Entonces, cuando caminas por el mercado sabes
que lo has afectado en vez de estar ahí sólo para pasar un buen rato. El mejor
de los tiempos —y así es— es el no tiempo. Caminar por un mercado y que no haya
tiempo significa que lo has cambiado. Ese es el mayor de todos los obsequios.
El mercado jamás te hará pasar un tiempo mejor que el que tú vas a crear, te lo
aseguro.
Si dices que eres seriamente un Dios de la Gran Obra,
debes dedicar una parte de tu vida a ser ese Dios. Y eso no significa que
tengas que pasearte en una larga túnica y propugnar palabras vacías. Significa
que debes vivir su sustancia y ser recto.
RAMTHA
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