sábado, 14 de julio de 2012

PLEAYADIANOS: LA SEXUALIDAD: Un Puente hacia los Niveles Superiores de Conciencia

Cuando vuestra biblioteca fue desordenada y disper­sada, el ADN se dividió para que sólo quedaran dos ramas con muy poca información y muy poca me­moria, la sexualidad permaneció intacta en el cuerpo físico. Se la dejó, por supuesto, como una forma de reproducción; una manera de mantener a la especie en contacto con su propia esencia y de darle vida. En las profundidades de la sexualidad se encuentra una frecuencia que puede ser conseguida, que ha sido buscada y malinterpretada por mucha gente. Se de­nomina orgasmo.
El orgasmo ha sido distorsionado de su propósito original. Tu cuerpo ha olvidado el orgasmo cósmico porque la sociedad os ha enseñado durante miles y miles de años que la sexualidad es mala. Os han ense­ñado esto con el fin de controlaros y para impedir que buscarais la libertad que se puede conseguir a través de la sexualidad. La sexualidad te conecta con la frecuencia del éxtasis, lo cual te conecta con la fuente divina y con la información.

La sexualidad ha sido desacreditada en este plane­ta y esto está almacenado en vuestra memoria celular. Esto no es sólo en esta vida; son miles de años de apropiación indebida y mala utilización. Es necesario que despejes la negatividad que rodea a la sexualidad en esta vida, y que experimentes y examines tu forma de utilizar la energía sexual y su expresión en tus «yoes» multidimensionales.

Las partes sexuales de tu cuerpo son avenidas que conducen al placer y crean frecuencias que sanan y estimulan al cuerpo y, potencialmente, lo conducen hacia su yo espiritual más elevado. La sexualidad ha estado tan mal entendida en este planeta que, cuando se da entre dos personas, rara vez tienen éstas la inten­ción de conectar espiritualmente a través de ella. La sexualidad invoca una espiritualidad que es libre y que se contempla a sí misma como creadora. No obs­tante, rara vez se utiliza como puente hacia los niveles superiores de consciencia.

Hemos conversado con una serie de individuos que han estado utilizando la luz. Al encontrar a la pareja adecuada en una situación monógama, han sido capaces de alcanzar estados del ser muy elevados. La monogamia tiende a funcionar bien para la mayoría de vosotros debido al lugar en que os encontráis vibracionalmente. Cuando uno tiene muchas parejas, se tiende a ser poco honesto y a esconder la propia identidad: compartes un poco por aquí, otro poco por allá y esparces tus semillas por todas partes. Es mejor estar con una sola persona, aunque esto no quiere decir que tenga que ser para siempre. Sé leal, sé abier­to, comparte con la persona con la que estás y llega tan lejos como puedas con ella. Si resulta ser tu vida entera, maravilloso. Si no lo es, y si os encontráis en una situación en la que ya no os comunicáis ni os servís el uno al otro, y sientes que la relación no será capaz de dar un salto cualitativo, termina con la rela­ción y encuentra a otra persona que trabaje con tu misma vibración.
Cuando trabajáis mano a mano últimamente, desarro­lláis la confianza. La mayoría de vosotros tenéis dificul­tad para confiar en vosotros mismos porque no tenéis un modelo de confianza. En una relación se puede aprender sobre la confianza, porque funciona como un espejo en el que puedes ver tu reflejo, te muestra aquello que no podrías ver desde tu punto de vista. Muestra una imagen de ti mismo mera de ti, siempre y cuando establezcas una comunicación abierta en la sexualidad y una profun­da intimidad, y no utilices la sexualidad como una forma de evitar el acercamiento. Muchos de vosotros habéis utilizado la sexualidad como una forma de distracción y una manera de eludir la intimidad en lugar de desarro­llarla. Empezáis recibiendo energía y a mirándoos a los ojos, sintiendo la excitación. 

Luego, en lugar de exploraros unos a otros íntima y espiritualmente, cerráis vuestros centros de sentimiento, os ponéis la armadura y tenéis unas relaciones sexuales superficiales y a nivel genital porque os da demasiado miedo y resulta demasiado in­tenso entrar en la ruta de la conexión total, corporal y espiritual. A veces el sexo superficial es maravilloso. Lo que estamos diciendo es, sencillamente, que hay más. Hay mucho más y nadie te priva de ello excepto tú mismo, tus creencias y tu temor de derribar tus barreras y tus muros.

Muchos de los miedos que tenéis se basan en lo que habéis creado para vosotros mismos y en lo que le habéis hecho a otros en vuestra vida sexual. Tu histo­ria sexual afecta a todas las esferas de tu alma, de manera que todos los problemas del alma son transmi­tidos por todo tu cuerpo. A veces no quieres ver esto porque es demasiado doloroso y lo juzgas porque crees que es malo. Deja de juzgar, sé neutral con respecto a lo que has hecho: no importa lo que descubras, no importa lo atroz que te parezca, no importa lo difícil que parezca y no importa cuánta violación implique. Comprende que tu propósito ha sido reunir informa­ción y comprenderte a ti mismo.

La sexualidad es una frecuencia. Representa aque­llo que no os fue arrebatado aunque vuestra historia, vuestros recuerdos y vuestra identidad os fue arreba­tada y dispersada. El único medio que os quedó para descubrir quiénes erais, fue la experiencia sexual. Esto, por supuesto, nunca os lo dijo nadie. Ahora vamos a atacar un poco a la iglesia. Lo sentimos mucho por los que pertenezcan a alguna. Las iglesias surgieron como organizaciones; para controlar la religión y el desarro­llo espiritual y con la finalidad de crear trabajo, de crear una jerarquía y una especie de club. Muy pocas iglesias surgen con la idea de informar a la gente. Normalmente no contempláis a la religión como algo que os proporciona información, ¿verdad? Cualquier religión que provea información está operando en la vibración de la verdad.
Las esferas de espíritu son lugares de existencia a los que el cuerpo no tiene acceso. Como la sexualidad era una oportunidad para los seres humanos para recu­perar la memoria, o para conectar con el yo espiritual y el creador espiritual, o para encontrar el camino hacia la esfera espiritual, aparecieron las iglesias y promovieron la sexualidad como forma de procrea­ción. Os dijeron que la única razón de ser de la sexua­lidad era la de producir pequeños seres humanos.

La sexualidad fue presentada como algo malo. A las mujeres se les dijo que la sexualidad era algo por lo que debían pasar para servir al hombre y que no tenían control sobre el proceso del nacimiento. Las mujeres lo creyeron y por eso, hasta el día de hoy, por lo general, creéis que no tenéis control sobre esa parte del cuerpo. Tienes que darte cuenta de que tú decides si quieres o no quieres tener un bebé. No es tan com­plicado como te han dicho. La decisión y el propósito son los que traen la experiencia a tu vida. Puedes controlar si quieres tener un bebé o no. Si la mujer hubiese tenido esta habilidad en los últimos miles de años y si hubiese sido capaz de explorar su sexualidad sin miedo de quedarse embarazada, entonces, quizás, hombres y mujeres hubiesen descubierto que eran mu­cho más libres de lo que les habían dicho.

El descubrimiento de la frecuencia más elevada de la sexualidad surge de la experiencia amorosa. No tiene nada que ver con el hecho de si las relaciones son heterosexuales u homosexuales. Se trata de dos seres humanos que se dan placer el uno al otro de una forma que abre frecuencias de la consciencia. Os ha­béis tragado muchas ideas acerca de lo que es correcto y de lo que no lo es dentro de la expresión sexual.

El amor es la esencia qué debe crearse en todas las relaciones. Si amas y honras a alguien, no impor­ta cuál sea tu composición de densidad. Lo que im­porta es la vibración del amor y cómo exploras este amor, que está dotado, idealmente, de la integración de las partes masculina y femenina que forman la llama gemela.
El ideal es que la sexualidad se explore a través de los sentimientos. El tercer y el cuarto chakra te conec­tan con el yo compasivo y con el yo emocional, que te conectan, a su vez, con el yo espiritual. El yo espiri­tual es una parte de ti mismo que es multidimensional; a través del cual existes simultáneamente en muchas formas. Ser consciente de estas realidades en la iden­tidad que eres es tu misión, tu tarea y lo que has acordado hacer. Cuando eres consciente, puedes sin­tonizar con distintas frecuencias, recordar quién eres y cambiar la velocidad vibratoria de este universo.

Nos encanta hablar de la sexualidad porque es tan misteriosa en este planeta. Algunas escuelas de miste­rios han mantenido en secreto el conocimiento acerca de los usos potenciales de la sexualidad. Sois criaturas electromagnéticas y, cuando os unís físicamente con otra criatura, unís vuestras frecuencias electromagné­ticas. Cuando vuestras frecuencias están en armonía y unidas por una frecuencia de amor, pueden ocurrir cosas increíbles.

Hace miles de años, cuando la sociedad tenía una visión más matriarcal en ciertas áreas del planeta, la energía de la Diosa estaba presente y trabajaba con ciertos individuos. La mujer comprendía su poder, su intuición,  su centro de sentimiento, su conexión y su deseo de crear vida. También comprendía que no te­nía que concebir un hijo si no lo deseaba.

Con el fin de que la sociedad patriarcal cerrase un círculo y preparase a la Tierra para este cambio de consciencia, la energía femenina tuvo que instalarse en el asiento trasero. Por lo tanto, el poder femenino, la ener­gía y la comprensión de la sexualidad fueron suprimidos. En los tiempos modernos (los últimos dos mil años) la mujer ha creído que no tenía control sobre el momento en que querían tener niños, que la sexualidad era mala y sucia y que el sexo se enseñaba para ser practicado sólo dentro de los derechos del matrimonio, etcétera. Todo esto era un programa de marketing.

Algunos de los programas de marketing actuales para crear aún más miedo de la sexualidad y de su expresión, son las nuevas enfermedades: el sida, el herpes y todas las demás. Leéis sobre todo esto en los periódicos y os asustáis de vuestra propia expresión, de vuestra propia intuición y de vuestro propio gozo. ¿Lo comprendéis?

Antes de que el ADN fuera reordenado, las perso­nas se unían electromagnéticamente a través del amor y así alcanzaban las esferas superiores y eran capaces de subir su escalera interior y llegar hasta algunas frecuencias extraplanetarias. Creaban una experien­cia similar a la de viajar en un cohete que los lanzara hacia otros sistemas de realidad. Éste ha sido uno de los secretos mejor guardados del planeta.
Muchas de las personas con las que hemos habla­do han tenido experiencias muy profundas con su sexualidad. Nos gustaría señalar una vez más que no estamos haciendo distinciones o juicios acerca de con quién estáis en una relación, y nos gustaría que voso­tros también dejarais de juzgar. Es una vieja progra­mación. No importa si te unes a un miembro del sexo opuesto o de tu mismo sexo. Hablamos de dos seres humanos que se unen físicamente en la forma que les parece más apropiada y crean amor, porque compar­ten amor. Cuando la integridad y el amor no están presentes en la unión de dos cuerpos humanos, enton­ces estas personas piensan mal de su experiencia. Esto puede crear todo tipo de resultados negativos dentro del cuerpo humano.

Os dejaron la frecuencia de la experiencia orgásmica en la sexualidad para que pudierais recor­dar vuestra identidad más elevada. Cuando esta ener­gía o historia sea revelada y descubras quién eres, unirás muchos cuerpos de tu identidad multidimensional personal en tu forma física. Para recibir el im­pacto total de la red de tu identidad, deja que las doce hélices encajen en tu cuerpo y permite que los fila­mentos con codificación de luz se reordenen. Este proceso tiene que ver con el cuerpo mental, el cual está conectado al cuerpo físico. El cuerpo emocional, que está conectado al cuerpo espiritual, es el cuerpo que todo el mundo se quiere saltar. Decís: «Quiero evolucionar. Quiero una aceleración rápida, pero no quiero pasar por el centro de sentimiento para hacerlo».

Estáis conectados a vuestros «yoes» multidimensionales a través de vuestros sentimientos, y es en los sentimientos donde os quedáis principalmente atasca­dos. Acepta que tus «problemas» surgen por alguna razón. A muchos de vosotros os gustaría enterrar vues­tros «problemas» y tirarlos a la basura como si se tratara de algo feo y no de vosotros. Estos «proble­mas» son la parte oscura de vuestra identidad con la que no queréis lidiar ni tener que aceptar.

Comprendemos que, a veces, cuando surge algo, lo etiquetas y dices: «Odio esta parte de mí mismo. Quiero acabar con ella, esconderla bajo la alfombra y olvidarla. He acabado con esto». Adivina qué: tus «problemas» son los tesoros de tu vida. Son tu manera de aprender.
Habéis aceptado mutar, atraer luz hacia vuestros cuerpos y dar vida a la Familia de Luz en este planeta. Como la luz es información, tienes que lidiar con las cosas que has escondido de ti mismo. La sexualidad es lo primero porque es el yo secreto, el yo del cual te escondes. La sociedad te ha dicho: «Esto es bueno. Esto es malo. Debes hacer esto. No debes hacer esto otro». ¿Quién te dio estas leyes? ¿Quién te dio cual­quiera de tus leyes, para empezar?

Os habéis quedado atascados porque no sabéis leer los símbolos de la lengua en que os habláis. De mane­ra que permanecéis en él. Muchos de vosotros amáis vuestras historias porque atraen la atención hacia vo­sotros. Si no tuvieras una historia, ¿quién hablaría contigo? Observa tu cuerpo y mira lo que intenta en­señarle al yo. Lo ideal es que sanes las heridas y crees un lugar más cómodo y gozoso a medida que vas aprendiendo a vivir más completamente en tu cuerpo físico y a tener una nueva identidad en tu sexualidad.

La sexualidad es la clave. Es la puerta de entrada hacia esferas más elevadas de la consciencia. Cuando os redefináis, y cuando los filamentos con codifica­ción de luz os den una nueva definición de vosotros mismos, también cambiaréis vuestra identidad sexual. La sexualidad tiene que surgir para todos vosotros y es el área que más os atemoriza en la actualidad. Os garantizamos que, más adelante, habrá otras áreas que os darán miedo.

Si estás atascado en la idea del amor y no logras comprender lo que está sucediendo con él, el proble­ma es que lo estás buscando fuera de ti mismo. Estás buscando que otra persona le dé sentido a tu vida y te valide. Si no tienes a esa persona, te enfadas o sientes que no vales nada. Éste es un modelo con el que creciste, el que tus padres y tu sociedad te mostraron. Hemos dicho una y otra vez que la cosa más impor­tante que puedes hacer es amarte a ti mismo y honrar a la Tierra. Pero no haces más que olvidarlo y buscar otra relación que te haga sentir completo y entero. Crees que sin una relación eres menos que un ciuda­dano aceptable. Te sientes solo. Tienes que aprender a estar solo. La soledad no es más que un estado mental. No estás nunca, nunca, solo. Hay multitudes de enti­dades a tu alrededor. Si pudieras dejar de sentir pena de ti mismo, encontrarías que se te envía tanta infor­mación constantemente que te gustaría estar solo para dedicarle tiempo a la recepción del contacto.
Cuando te amas a ti mismo y dejas de estar trastor­nado por la necesidad de tener a alguien que te quiera, entonces eres capaz de aceptar lo que alguien te ofre­ce. Es imperativo que te valores para que no te conformes con un amor disfrazado. Si decides buscar pareja o vibrar con alguien y no recibes lo que deseas, no te quejes ni refunfuñes ni le pongas mala cara a esa persona para que cambie de acuerdo a tus necesidades. Si estableces un valor para ti mismo y no lo creas, entonces limítate a cambiar tu realidad y continúa solo hasta que encuentres a alguien que refleje tu valía. Entretanto, vibra con el amor por ti mismo, hónrate, y comprende que este viaje se trata del des­cubrimiento de uno mismo en las relaciones con los otros. No se trata sólo de maridos y mujeres. En este viaje se trata de honrar tu cuerpo físico y la unicidad del yo mientras tocas las vidas de muchos. Permítete siempre trabajar con el yo y permítele evolucionar.

Todos vosotros tenéis miedo de la intimidad con vosotros mismos; de estar a solas con el yo. Una vez has desarrollado la intimidad, un silencio, un amor por ti mismo, una contención de tu energía, entonces querrás que tu intimidad con otra persona tenga esa calidad.

La sexualidad puede confundir mucho en esta épo­ca porque estáis elevando y estudiando vuestras fre­cuencias. Cuando unís vuestros cuerpos, incluso cuan­do os abrazáis, intercambiáis frecuencias. Cuando uno tiene una experiencia sexual, se liberan hormonas dentro del cuerpo. Las hormonas despiertan ciertas energías dentro de las células y se da una transferen­cia de la esencia de una persona a la otra. Es por eso que cuando has tenido relaciones sexuales con al­guien, no puedes desprenderte de su energía. Aunque no quieras estar con la persona, la experiencia sexual permanece contigo porque ha habido un intercambio electromagnético.

Estáis pasando por esta modulación de frecuencias y aprendiendo a elevar vuestra frecuencia a un lugar de información consistente, amor por uno mismo e intimidad con uno mismo. Por consiguiente, puede parecer muy confuso y a veces atemorizador aceptar esta vulnerabilidad que estás reconociendo en ti mis­mo y acoplarte y fundirte con otro. Cuanta más consciencia adquieres, mayor es tu control sobre el uso de tu cuerpo; puedes decidir dónde lo vas a conectar y, ciertamente, con quién lo unirás sexualmente.

Si expresarte sexualmente ahora te hiciera crecer verdaderamente, crearías automáticamente la experien­cia porque estarías preparado para ello. Comprende que, durante el proceso de evolución del yo, suele darse un período de inactividad sexual. Dentro de la frecuencia sexual, tiene lugar un intercambio entre dos personas, de manera que si te unes con una perso­na que no es similar a ti y se da un intercambio quími­co, estás recibiendo su basura porque estáis intercambiando energía de una manera íntima.
Habrá veces en que te alejarás de este tipo de inter­cambio. Puede ser que pienses: «Oh, Dios mío, ¿qué me está pasando? ¿Me estoy volviendo viejo? ¿Me estoy secando? ¿Qué está ocurriendo?». Ese no es el caso. Puedes aprender a utilizar la energía que te estimularía sexualmente sin necesidad de dársela a otra persona. En lugar de tener un comportamiento caótico y loco, puedes explorar esa energía practicando la masturbación, sa­biendo que es perfectamente legítimo y correcto hacerlo. O quizá quieras limitarte a observar tu excitación sexual y decidir lo que vas a hacer con ella. Puedes decir: «Bueno, no voy a actuar esto ahora. Veamos a dónde va esta energía». Toma esa energía, permítele subir por tu cuerpo y utilízala en otras áreas.

Llegarás a un punto en que deberás adorarte, apoyarte y amarte a ti mismo como si fueras un bebé en tus propios brazos, sabiendo que harás lo que sea mejor para ti. Muchos de vosotros os distraéis. Encuentra un lugar de serenidad y silencio en el que puedas encontrar res­puestas. No las encontrarás llamando por teléfono todo el santo día y hablando con los demás. Si intentas hacerlo, estarás demostrando que buscas fuera de ti. Cuando apren­das a mirar dentro para encontrar respuestas, el yo habla­rá. Normalmente eres incapaz de oírlo porque estás ence­rrado en pautas de comportamiento que sabes que tienes que cambiar pero no quieres hacerlo porque no sabes quién serás entonces.

Honestamente, tenéis miedo de vosotros mismos. Esto es algo muy común. Tienes miedo de no estar completo, y sientes enormes deseos de estarlo. Dices: «Estoy completo. Soy soberano. Necesito a otra per­sona. Me siento atraído por alguien. Oh, no, no puedo ver esto. Tengo demasiado miedo de esto. No necesito a nadie. Sí, necesito a alguien». Vas de un extremo a otro. Aprende a aquietar la mente. Aprende a tener un control absoluto sobre tu energía. ¿Qué significa eso? Significa que, estés donde estés, siempre te estás ob­servando: la posición de tu cuerpo, tu forma de usar las manos, si te repites una y otra vez, si hablas o permaneces en silencio. Aprende a observarte sin juz­gar. Aprende a mirarte y corregirte determinando cómo te gustaría ser en contraste con quien eres. Aprende a aquietar la mente.

La frecuencia, especialmente si hay una relación de amor, se transmite desde ti hacia otra persona. Una relación de amor no significa tener que estar siempre juntos. Significa, sencillamente, que permaneces en la relación mientras consideres que esa relación es apro­piada para honraros el uno al otro, intercambiar ener­gías y dejar que fluyan como por un circuito abierto. Cuando no os amáis y no estáis unidos, no hay inter­cambio; el circuito no se abre. Esto no quiere decir que no podáis tener buen sexo; quiere decir, sencilla­mente, que el circuito no está abierto.

A medida que esta comente eléctrica se eleva cada vez más, se alcanzan alturas cada vez mayores de experiencia orgásmica porque el sistema nervioso es capaz de manejar frecuencias de éxtasis más elevadas. El sistema nervioso determinará tu forma de expresarte y de sentir. Si el tuyo está poco evolucionado, tu experiencia sexual será muy limitada porque el siste­ma nervioso es el conductor de la corriente eléctrica. La experiencia orgásmica provoca una sanación y una realineación del cuerpo físico.

A la larga, no serás capaz de acercarte o estar con alguien que no opere con el mismo voltaje que tú. Sencillamente, no encajarás. Sería como intentar me­ter un pie de talla treinta y nueve en un zapato de talla treinta y dos. No funcionaría ni sería cómodo. No encajarás porque no serás capaz de unirte vibracionalmente.

Acabaréis comprendiendo la importancia de la nutri­ción vibracional cuando empecéis a conectar sexualmente. Conectar sexualmente es una manera de unirse a las personas que se mueven con vuestro mismo voltaje o con un voltaje compatible. Vuestra realidad nos resulta muy interesante por la cantidad de claves que hay en vuestro mundo. Cuando vais a un país extranjero, los aparatos eléctricos no se pueden conectar. No encajan, de manera que hay que utilizar un adaptador. Sería estresante tener que adaptarse continuamente a una vi­bración cuando estás implicado íntimamente en una rela­ción sexual. Sería demasiado esfuerzo. Tendrías que uti­lizar toda tu energía en crear mecanismos de adaptación. Entonces se daría una negación y no te permitirías avan­zar porque habrías bajado el listón.

Los sesenta marcaron una época de apertura hacia la exploración sexual. En un instante, el paradigma cambió. Gran parte de la energía que había en el pla­neta en aquella época, a la que se sumó la ingestión experimental de drogas, crearon inmediatamente un nuevo paradigma y os alejaron a las generaciones pre­cedentes. Las fronteras cambiaron instantáneamente. Os separasteis de una generación que creía en la gue­rra y no sentía: una generación que hacía el amor en la oscuridad, a veces con la ropa puesta. Rompisteis el paradigma de muchas maneras y establecisteis nuevas modas y nuevas formas de ser. Fue maravilloso. Dijis­teis: «¡Dios mío, sexo libre, amor y cuerpos que se dejan ver!»

Ahora ha llegado el momento de una revolución com­pletamente nueva a través de la cual conectaréis vibracionalmente con otra persona. No habrá más dis­tracciones en la sexualidad y dejarás de simular que no te estás de nada: que estás sexualmente liberado porque puedes hacerlo en esta posición y aquella otra y decir esto y hacer aquello. Eso es, sencillamente, como hacer aeróbicos en el área de la sexualidad. Queremos que empieces los aeróbicos y las contorsiones del alma: la vibración. Todos vosotros anheláis la profundidad de dos personas que se unen y conectan. Si tienes miedo de esto, es porque no tienes un marco o un modelo en el cual basarte. Debes diseñar uno. Debes confiar en que, de alguna manera, la energía del diseño del anteproyecto cósmico creará instantáneamente un nuevo movimiento basado en el deseo de dar este nuevo paso hacia la com­prensión de vosotros mismos.
Recordarás con gran claridad tus expresiones sexua­les en tus diferentes manipulaciones a través de la realidad: cuando fuiste hombre y mujer, y exploraste la sexualidad en todos sus aspectos. Se necesita coraje para hacerlo. Si existe un área en la que verdadera­mente os juzgáis, en la que el planeta entero juzga, es la sexualidad. Habéis tenido ideas muy definidas acerca de lo que está bien y lo que no lo está, sexualmente hablando. Por lo tanto, muchos de vosotros os senti­réis conmocionados cuando recordéis lo que hicisteis con vuestra sexualidad.

Comprende que en este planeta la sexualidad ha sido siempre la conexión del cuerpo con su frecuencia más elevada. Aunque gran cantidad de la información haya sido dispersada y separada en el cuerpo, el po­tencial de crear vida permaneció para que pudierais entender quiénes erais en lo más profundo de vuestro ser. La vibración sexual ha sido vuestra conexión con vuestra identidad cósmica, pero este concepto fue malinterpretado y se perdió. Sólo queremos decir que existe una historia más amplia, mucho más emocionante de lo que os imagináis.

Hubo quienes no quisieron que estuvierais en sintonía con estas frecuencias porque las frecuencias sexuales os podrían haber conducido a áreas de liberación en las que hubierais empezado a comprender las cosas. La sexualidad quedó como una forma de viajar por el sistema nervioso y de conectar con la mente superior saliendo del cuerpo. Si os hubiesen dicho que ésta era la ruta de salida, ¿quién hubiera podido manipularos o controlaros?

La población debe despejar las connotaciones negati­vas y los juicios que han teñido vuestra experiencia sexual durante eones. Tenéis que hacer las paces con el sexo con el fin de integrar las frecuencias y la identidad. Se han manipulado las cosas y se les ha impuesto una fron­tera limitadora para que no tuvierais acceso a la verdad de la sexualidad. Se os dijo que podíais procrear con ella y tener orgasmos, pero no os dijeron que podíais abrir frecuencias con ella. Podéis entrar en contacto y utilizar­la como un método para recordar quiénes sois y para alterar la frecuencia de vuestro cuerpo.

En los próximos años, la expresión de la sexuali­dad adquirirá una dimensión completamente nueva. Evolucionarás y crecerás, siempre y cuando tengas un compañero/a dispuesto a seguir el mismo camino y ser tan abierto como tú. Pero si estás con alguien que quiere jugar al juego de la evasión o de la negación, no llegarás a ningún sitio.

Cap. 20, Mensajeros del Alba, los Pleyadianos a través de Bárbara Marciniak

ENFRENTANDO LA EMERGENCIA ESPIRITUAL Parte 2

El mes pasado hablamos un poco acerca de este tema de la “Preñez Espiritual”. En la medicina 3D, la quintaesencia de la situación de “emergencia” se experimenta cuando una madre ha llegado a término y está a punto de traer a su hijo al mundo. A los futuros padres se les permite acelerar para que puedan apresurarse y llevarla al hospital, los taxistas se desviven por asegurarse de que se la transporte, los policías la escoltarán con gusto y las camareras despejarán alegremente una mesa en su restaurante y hervirán un poco de agua si parece que no va a llegar a tiempo al hospital.
 Lo mismo ocurre en el Reino Espiritual cuando un “bebé” etérico llega a término. Las Reconexiones, a las que canalizo, han comentado este proceso de la siguiente forma:
Muchos de ustedes han notado que están subiendo de peso. En tanto otros están experimentando oleadas de energía que suben y bajan por su canal espinal. Recientemente, algunos se han visto obligados a encarar situaciones caóticas en su matrimonio y en sus relaciones. Todos esos aspectos y muchos otros son claros indicadores de que están ejecutando la Energía de Alma Grupal. Están en un punto de conciencia que aparece en un lugar oscuro, y muchas almas desencarnadas se han sentido atraídas hacia ustedes para reconectarse de nuevo con el Sí Mismo. 

En muchos casos, la grasa del cuerpo físico es una manifestación material del “potencial energético no descrito”. No está lo suficientemente desarrollado como para convertirse en músculo o masa orgánica, pero permanece adherido a ustedes, esperando pacientemente que llegue el tiempo de verse investido en el Gran Juego. De hecho, el “peso” excesivo también podría ser visto como una “espera” excesiva, ¿lo ven?

Cuando llegue el tiempo de fruición, la “espera” terminará. Las energías alineadas allí se manifestarán, ya sea como una acción intencionada, expresiones de amor y preocupación, orientación canalizada u obras de arte. Habiendo intentado todo lo imaginable para perder ese peso para parecer “normales”, ahora deben aceptar el hecho de que, por empezar, nunca estuvieron “gordos”. ¡Simplemente estaban preñados! Y ahora, el tiempo del parto está cerca. Algunos de ustedes están llevando este embarazo en forma física, y otros simplemente la están sintiendo a nivel energético. Todos son uno, sin importar cómo aparezcan las cosas.

Hasta que llegue el momento de patrocinar a un viajero energético a través de su Portal, sencillamente piensen que están preñados vibratoriamente. No importa si son hombre o mujer. Igual están embarazados, portando aspectos del Ser Expandido con el que han formado contratos antes de encarnar. Si no hubieran tenido contratos, ellos nunca los hubieran podido encontrar. Enfréntenlo, para que no los inmovilicen ni el miedo ni la vergüenza.” (Las Reconexiones) 

OBSTETRICIA ESPIRITUAL
Durante estos tiempos de intense transición, a ciertas personas se las invitará a llevar niños “energéticos”, mientras otras están destinadas a guiarlos durante las fases de su gestación y nacimiento. Sin importar su posición en el proceso, todo lo que ocurre es un reflejo de alguna parte de USTEDES. Esas son las enseñanzas de la Unidad Universal y se aplican a todos nosotros. Sin embargo, no todos elegirán escucharlas, y eso, también, trae su reflejo.
 Como mencioné en la transmisión más arriba, un “niño” etérico puede representar una idea (a la que también nos referimos como un “concepto”), una unión de dos o más personas en torno a un propósito común, una relación de negocios, una obra de arte o cualquiera de mil entidades distintas. Algunas toman forma física, mientras otras pasan por nuestras vidas como ráfagas de viento, creando cambio y sosteniendo la vida aunque permanezcan invisibles. 

Las Parteras Físicas se ubican junto a la madre en trabajo de parto y la atienden. La preparan, la alientan, le dan agua o medicamentos para asistirla en su proceso y tratan de ser útiles realmente. Pero a fin de cuentas, todavía permanecen separadas de ella. A las Parteras Espirituales muchas veces se les pide que hagan más aún. En esencia, se CONVIERTEN en la persona que están tratando de ayudar. Las “incorporamos” energéticamente dentro de nosotros. Aunque funcionamos como cuerpos separados, nuestros corazones y espíritus se unifican en un estado que el Dr. Milton Trager llamó alguna vez “de meditación”. 

El Arte de la Incorporación no es simplemente un truco de magia. Más bien, es un claro reconocimiento de que todas y cada parte de nosotros es parte de todo lo demás. Durante un momento, una Partera Espiritual deja de lado las tendencias separatistas que permean nuestras vidas en 3D y se enfoca en volverse UNO con alguien que está pasando por alguna forma de “parto”, un proceso que se siente como significativo para ambos.  

Las Parteras Espirituales están en todas partes. En nuestra transmisión titulada “Los Neo-Chamanes y el Nuevo Milenio”, las Reconexiones hablan brillantemente de esta noble tarea de asistir a los que están a punto del parto espiritual: 

“Como liderazgo para esta “nueva” experiencia, por cierto solo podemos aceptar lo MEJOR de lo que vino anteriormente. Ya los visualicemos como resucitados, vueltos a nacer, el resultado de la reencarnación o simplemente Dioses y Diosas que bajaron a mezclarse con los mortales- pronto aparecerá sobre la faz de la Tierra, una raza de sacerdotes y gobernantes – las almas de los Chamanes y Druidas antiguos y amados regresan a experimentar el “acto” final de esta obra.  
Realmente, ellos viven y respiran en el planeta mientras hablamos. Muchos de ellos han “olvidado” a propósito quiénes y qué son. Despiertan a trabajos normales, como hizo el “Mesías renuente” de Richard Bach, pero sin embargo ciertamente ellos no son “normales”. Se sientan junto a ustedes a la cena, compran en sus almacenes y se recuestan en la playa leyendo libros y revistas.

¡Son los Hijos de la Unidad, madurados y sazonados para satisfacer la necesidad que sin duda se presentará pronto! Aunque nacieron “de las viejas formas” y se empaparon en antiguas costumbres y disciplinas pasadas, regresan hoy para pararse bajo el Árbol de la Vida. Mientras rueda el trueno y el caos temporal sacude al Árbol, estos seres sabios y maravillosos tomarán la fruta madura precisamente donde caiga.”  (Las Reconexiones)

HIJOS DE LA UNIDAD
Aunque los párrafos anteriores describen el “dar a luz” en términos que no enfatizan necesariamente a los hijos físicos, no podemos excluir esa posibilidad también, al hablar acerca de estos dolores de parto que siente la humanidad en la actualidad.
 Los chicos que están llegando en esta época son muy especiales de verdad. Muchos de ellos son “Neo-Chamanes”, portando evidentes marcas de divinidad innata.  Son almas viejas que habitan cuerpos jóvenes. Una y otra vez, las Reconexiones nos  instan a no minimizar la importancia de estos jóvenes “Trabajadores de la Unidad” entre nosotros. Ellas nos dicen: 

“Observen a los niños y aprendan. No se limiten a corregirlos y pretender que ustedes saben más que ellos. Ellos funcionan desde una base de datos completamente distinta de la que ustedes conocieron hasta ahora. El observarlos en su juego inocente y su relajación puede traerles increíbles nociones. Darles espacio para moverse y respirar y ofrecerles estímulo para cuestionar el status quo puede traer ideas totalmente nuevas, algunas de las cuales tal vez jamás hayan sido consideradas anteriormente. Sobre todo, deben tomarse tiempo para estar con ellos. Tiempo para interesarse. Tiempo para escuchar. ¡Tiempo para darse cuenta! Ellos son los que todavía no se han quedado estancados por el protocolo, la negación de los sentimientos y la representación de roles. Ellos ven, sienten, responden. Se comportan con autenticidad a partir de lo que realmente son.” (Las Reconexiones)”

Los tres tipos base de Niños de la Nueva Tierra son: Índigos, Cristal y Niños de las Estrellas. En los últimos años se han agregado más denominaciones, pero yo todavía me concentro especialmente en estos tres.

Los Índigos tienden a ser “desestabilizadores de sistemas” que tienen un perfil alto y les gusta cuestionar la autoridad. Son los que hacen las preguntas difíciles de contestar y esperan que les den respuestas claras. Si no las reciben, se sabe que los Índigos tienden a hacer lío.

Los Niños Cristal tienden a estar muy cercanos a la Madre Tierra energéticamente. Tienen una gran sensibilidad y tienden a mantener un perfil bajo. Pero si ustedes tienen la  suerte de ganarse la confianza de un Niño Cristal, se encontrarán con un semillero de intuición y profunda comprensión emocional. Las madres de los Niños Cristal aprenden a protegerlos de la “interferencia exterior”. Si no lo hacen, sus hijos sufren tremendamente. Son como los nervios en carne viva de la sociedad. El Arte y la Música pueden ser formas maravillosas de dar rienda suelta a la energía que irradian estos niños dotados.

Los Niños de las Estrellas se distinguen por su capacidad para comprender el “panorama mayor” respecto a la vida y la realidad multidimensional. Sus hábiles mentes les permiten hacer muchas cosas magníficas. Tal como los Chicos Cristal, están muy unidos a la Madre Tierra, estos niños están altamente sintonizados con el Padre Cielo. Se podría decir que las estrellas en realidad son cristales que penden en lo alto del cielo, en tanto los cristales son simplemente estrellas enterradas profundamente en la Tierra.
 Los Niños de las Estrellas mostrarían señales de ADN super-humano, aunque mi propia definición de ellos no requiere esto necesariamente. Hay quienes se refieren a ellos como “Meta-Morfos” o “Meta-Humanos”, un título que muchos encuentran un tanto intimidante. Hubo algunas descripciones excepcionales de Niños de las Estrellas en series de televisión y películas. Las más notables últimamente se encuentran en la serie semanal de Roswell así como en la miniserie Taken de Steven Spielberg.

Hay quienes sienten que las características de los tres “tipos” de Niños de la Nueva Tierra se pueden manifestar como “etapas” del desarrollo de la vida del mismo niño dotado. Muchos de nosotros conocemos niños que representan TODOS estos atributos, especializándose en un conjunto de rasgos en algún momento de sus vidas, pasando luego a otro conjunto cuando la energía parece completa. 

Los Seres Trágicos
Si nuestros Niños de la Nueva Tierra no encuentran un entorno adecuado donde crecer y desarrollarse, se convierten en “Guerreros de la Sombra” (1) contra el sistema. Al haberles sido negado el oxígeno espiritual (la libertad) y el alimento (el amor y la atención) –cosas que cualquier Niño de la Nueva Tierra requiere con todo derecho- estos poderosos niños tienen la capacidad de volverse extremadamente negativos hasta el punto de quitarse la vida o quitar la vida de otros. Todos hemos oído del horror que fue Columbine. Y desde ese momento, muchos otros niños se han convertido en “fieras salvajes” en nuestro entorno, haciendo cosas que nunca nos hubiéramos imaginado que un niño podía hacer.

El mundo entero está conmocionado y horrorizado por los “terroristas suicidas” en Medio Oriente que se fijan explosivos al pecho y los detonan en áreas pobladas. Más espantoso aún es el hecho de que muchos de ellos son niños. He comenzado a creer que TODOS estos tipos de personas son “seres trágicos” que deliberadamente se “inflaman” de terror y conmoción, para destacar “necesidades” no satisfechas que siguen pasando inadvertidas en nuestro mundo.

Un comentador de noticias concluyó ingeniosamente la otra noche que “no habría tantos causando estragos en Irak si alguien les ofreciese trabajo”.  Hay mucho de cierto en esto. Las personas acostumbradas a vivir con bastante comodidad no tienen idea de la difícil situación que sufren los que viven en condiciones de tercer mundo, o que son reprimidos o apremiados por otro sector (más dominante) de la sociedad. Los terroristas suicidas, en cualquier nivel que aparezcan –ya sea en Irak o en la Escuela Secundaria Columbine- están constituidos por aquellos que sienten que sus vidas son tan deprimentes y tan subestimadas por la sociedad que  tienen muy poco que perder si les ponen fin. Y, mientras se van, tal vez tomen algunas de nuestras vidas también, solo para enfatizar ese mensaje.

Las Reconexiones se han referido a esto claramente en una de sus transmisiones, titulada “Los Seres Trágicos”. Ellas dicen:
 “El fuego que consume a esos Seres Trágicos servirá como un faro para aquellos que ahora salen de su sueño, para los que están aprendiendo a caminar de una nueva forma. Ellos exteriorizan, no obstante subliminalmente, su reacción a vivir diariamente en un estado de omnipotencia claudicada. Así que se establecen como Servidores de un Propósito Más Elevado. En sus viajes aquí es posible que encuentren a alguno de esos “Ángeles Oscuros” (2); los invitamos a pensarlo dos veces antes de intentar desviarlos de su cometido. ¿Los aconsejarían y conducirían a la paz? Bueno, ciertamente, vayan e inténtenlo si pueden. Pero recuerden, Mis Queridos Amigos, ¿no podrían ellos, en el momento que elijan, elevarse a alturas de inapreciable gloria y gracia?   

Es por ese grandioso propósito que entraron en el mundo. Y, aunque parece apropiado intentar hacer desistir A CUALQUIERA de hacer algo negativo, siempre habrá veces en que ese resultado no se podrá obtener. Les recomendamos, en tales casos, mantenerse apartados y sorber el esplendor de su actuación. Tómense tiempo para paladear el retrato de ruina personal que están pintando para nosotros. Ellos están pagando mucho para entregarlo. Y viene de un corazón de amor.” (Las Reconexiones)
En el próximo segmento hablaremos un poco acerca de los “Niños Diabólicos”, aquellos que manifiestan cualidades que parecen tan amenazadoras, tan siniestras, que se sabe que los adultos conspiran juntos para intentar deshacerse de ellos. Ustedes me conocen, siempre estoy buscando los puntos de vista inusuales y exóticos acerca de este milagro llamado vida.
(1)     Ver Acerca del Trabajo con la Sombra
(2)     Ver Las Fuerzas Oscuras y la Transformación que se Avecina
© Daniel Jacob 2006
Publicado en PlanetLightworker
Título en inglés: Dealing with Spiritual Emergency 2
Traducción: Susana Peralta
Sitio oficial de Daniel Jacob en español: www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm

viernes, 13 de julio de 2012

SANACION A TRAVES DE LA ENERGIA FEMENINA


El mundo lleva sufriendo durante los últimos miles de años un gran desequilibrio.
Lo que debería ser una danza, la danza de Shiva y Sakti, donde el papel de lo masculino sería venerar y sustentar a lo femenino, a la Tierra, se ha convertido en la dolorosa tiranización de uno de sus aspectos, el aspecto yang, lo masculino. En la historia de la evolución de la conciencia humana, lo masculino, unido al hemisferio izquierdo, a los valores activos, racionales, analíticos, a la voluntad, a la fuerza y a la acción en la materia, cayó en la ilusión de su superioridad, frente a ese otro lado, el yin, caracterizado por los valores receptivos, intuitivos, de sensibilidad, de sentimiento, de unión con las cosas, de conocimiento directo que no pasa por el proceso racional. Valores ligados al hemisferio cerebral derecho y a la energía del corazón. Valores no comprendidos, denostados y percibidos con temor por el mundo masculino y que han sido considerados tradicionalmente como síntoma de debilidad, además de haber llevado a la hoguera a multitud de mujeres en la historia.

Seguimos viviendo en una civilización esencialmente masculina y la jugada de la oscuridad es perfecta. Durante miles de años lo masculino ha machacado a lo femenino y ahora le vende su propia liberación: "hazte como yo"; libérate abrazando los patrones masculinos de competitividad, hazte agresiva, hazte soldado, practica una sexualidad activa y separada del corazón, métete en la rueda de la competitividad y el "éxito", aunque eso lo pagues con un gran estrés interno (no es casualidad ver hoy en día a tantas mujeres fumando compulsivamente, como medio de aplacar el dolor producido por la desconexión con ellas mismas), sepárate de tu feminidad, considera tu regla como algo molesto, un impedimento (para seguir en la rueda del mundo masculino), toma la píldora (u otros inventos masculinos), aún a costa de destruir tu ciclo y separarte de la energía de tu vientre y un largo etcétera... 
Lo que se ha llamado la "igualdad de la mujer" no es más que sólo eso: en un mundo dominado por la energía masculina, "no te preocupes, por fin puedes ser como nosotros".
Con eso se cierra el círculo y se asegura que el mundo no cambie, que el ser humano siga esclavizado, sin poder acceder a la totalidad de su conciencia.
Aún así, las cosas ya han comenzando lentamente a cambiar.
El final de esa era yang está llegando a su fin y lo femenino, la Diosa, tiene que tomar su poder, equilibrando el mundo. La sanación de la Tierra depende de eso. En eso la humanidad se juega ni más ni menos que su supervivencia. Y cuando decimos que lo femenino debe tomar su poder, como anotábamos en el artículo anterior, no nos referimos exactamente a que la mujer deba tomar el poder. No estamos hablando de "feminismo". Nos referimos a algo más amplio, más profundo, más interno. A un cambio de conciencia en el ser humano, tanto en el hombre como en la mujer. A un cambio de conciencia que refleje precisamente esa "danza" que el Tantra entendió tan bien. Una danza de equilibrio y de amor, donde lo femenino, bajo la protección y el apoyo de lo masculino sanado, sea la energía que conduzca al mundo a una nueva dimensión, a una nueva percepción, en conexión con lo divino que está en todo lo que nos rodea.

Para que este proceso pueda plasmarse en la realidad, el hombre como ya explicamos tiene que sanar y abrir su corazón. Pero la mujer, canal principal en la Tierra de esa energía femenina tiene un papel principal.
La mujer debe comprender cuál es su verdadera esencia, donde está su auténtica liberación y sanar todo aquello que la impide encarnar el poder de la Diosa. La misma sanación de la mujer y esa toma de su verdadero poder, ayudarán al hombre también a curarse, al deshacer todo el rencor y toda la energía atrapada a través de historias de cientos y cientos de reencarnaciones.

Para que la mujer pueda  acceder a la energía de su corazón, su verdadera esencia, debe primero sanar su vientre, curar la herida ancestral de lo femenino. En prácticamente toda mujer encarnada hoy en la Tierra  existe  esa herida. Es la herida formada por todo el dolor acumulado en el inconsciente
colectivo de la humanidad por los miles de años de represión y utilización de lo  femenino. Es también la energía  inconsciente del rencor contra lo masculino que  se manifiesta especialmente en las relaciones de pareja, pero que está ya ahí desde el momento del nacimiento, reflejada desde el principio en la relación con el padre progenitor, arquetipo de lo masculino.

Aunque la mujer de forma generalizada está despertando, muy  pocas mujeres han realizado todavía el trabajo de abrazar, hacer consciente y liberar esa herida del dolor y del rencor. En tanto esa herida no se sane, la mujer no podrá liberarse, siguiendo atada a lo masculino, y por ende, siguiendo también nuestro mundo atado a lo masculino.

Sanar la herida es perdonar, que es realmente liberar a los demás y liberarnos a nosotros mismos. Es desatar lo ilusorio. El pasado que solo está en la mente. Mientras no perdonamos quedamos atados a aquello contra lo que reaccionamos y es lo que una y otra vez llamaremos y crearemos en nuestra propia vida. Todo esto se mueve normalmente a niveles inconscientes y es ahí precisamente donde debemos actuar, observándonos, haciéndonos conscientes de todo eso que estaba antes oculto y que no podíamos ver. Es un trabajo de elevación de la conciencia. Cuantos más hagamos el trabajo, más fácil será para el resto.

Para perdonar es muy importante ver las cosas con más amplitud. Comprender que todo esto no es un tema personal, que es la historia de la humanidad, la historia de cientos y cientos de reencarnaciones, donde todos hemos pasado por todo. Unas veces como hombres, otras como mujeres. Lo que realmente estamos haciendo es liberar el karma de la humanidad, desde la mujer o el hombre que hemos elegido ser en la encarnación actual.

El verdadero poder de la mujer no está en "igualarse" al hombre en su "fuerza", en su "racionalidad", no está en afrontar la vida desde su mente conceptual, analítica y discursiva. Ahí la mujer se pierde a sí misma y realiza una vana labor de liberación de lo femenino. La mujer también tiene que desarrollar su lado masculino, su mente racional y analítica, su hemisferio izquierdo, para equilibrarse. Sin un desarrollo de su lado masculino, la mujer no puede estar completa en la Tierra y todas esas características yin la arrastrarán a un mar de confusión, de emocionalidad, de inestabilidad, de falta de sobriedad. Podrá percibir muchas cosas, pero no podrá procesarlas, no podrá colocarlas, quedándose en un mundo vago y difuso, difícil de expresar. Es a través de las características yang (masculinas) como se puede dar forma a ese mundo, si no, demasiado etéreo. Pero este desarrollo de su parte yang, siempre debe estar dirigido desde su parte femenina, es como el sustentador que da
equilibrio en el mundo. Pero no está ahí su verdadero poder.

Esa necesidad de muchas mujeres de "demostrar" su valía en el mundo masculino, es una necesidad ligada a la relación con el padre no aclarada. La figura del padre debe ser recapitulada profundamente en cada mujer.
Es un trabajo de liberación. Mientras una mujer no ha bajado a los entresijos de su relación con el arquetipo masculino, para ver todo el dolor emocional, toda la ira y toda la culpabilidad allí existentes, no podrá ser ella misma, se encontrará atada a esa energía que la desestabilizará, que reproducirá una y otra vez en los patrones de su vida, en sus relaciones, en su sexualidad. No podrá expresar su feminidad, su verdadero poder.

En el otro lado, la mujer debe volverse hacia el arquetipo femenino, hacia la madre. También ahí es necesario un trabajo de perdón y liberación. Un trabajo de comprensión que lleve a retomar el contacto con la esencia femenina, más allá de los desequilibrios normalmente existentes en toda relación madre-hija. Es normal que para la mayoría de las mujeres de hoy en día, la madre no haya aportado suficiente "presencia" femenina en su desarrollo. Más allá de esta realidad de la relación con la propia madre, debemos comprender que lo femenino arquetípico transciende la madre física. Que es posible conectar con "la energía de la madre" a través de la Tierra y también a través de la comunión con otras mujeres.

El vientre de la mujer debe ser sanado, para que la Diosa se pueda manifestar. Y hoy en día el vientre de la práctica totalidad de las mujeres se encuentra impregnado a nivel celular de la herida de siglos de dominio y deshonra de la Diosa. Las relaciones sexuales no han hecho, ni hacen, más que agravar dicha herida. Todo pene no purificado de la mente y emocionalidad masculina, que entra dentro de una mujer, no hace si no potenciar el dolor allí existente, el dolor del desamor, de la no veneración a la Diosa. 
 
El contacto con un pene que ha conectado con el corazón, facilita, es más, activa, el proceso de curación en el vientre de la mujer. Por eso es sumamente importante relacionarse con parejas que estén en el camino de poner consciencia en la sexualidad. No se trata de renunciar a la libertad sexual, pero ya no podemos dejar que entre cualquier energía dentro de nosotros. Debemos empezar por honrarnos a nosotros mismos.

La energía femenina es una energía ligada al corazón y a la unión con el Espíritu y con todo lo que nos rodea y es desde el corazón desde donde nuestro mundo será sanado.

José Luis Rodero Jurado