domingo, 24 de marzo de 2013

FIN DEL SUFRIMIENTO



 
Desde el instante en el que nacemos hasta que morimos pasamos por una infinidad de problemas de todo tipo. Existe muchísimo miedo en todos los seres humanos, muchísima ansiedad, incertidumbre, y también está la persecución del placer, del poder y de la seguridad. Casi todos los seres humanos de esta bellísima Tierra sufren mucha pena y soledad. Después de miles de años, el ser humano sigue siendo un bárbaro, cruel, vulgar, lleno de ansiedad y odio. El hombre siempre ha estado en conflicto, pero sin paz en lo interno, en lo psicológico, el cerebro no puede florecer, los seres humano no pueden vivir de manera completa, holística.

Cada uno de nosotros es el resto de la humanidad. Por lo tanto, psicológicamente, no somos individuos. La conciencia de un no es “su” conciencia. Es la conciencia del resto de la humanidad, porque todos pasamos por la misma molienda, por el mismo conflicto inacabable. Cuando el ser humano comprenda esto, no emocionalmente, no como un concepto intelectual, sin como algo concreto, real, verdadero, no matará a otro ser humano. Jamás matará a otro, ni física, ni verbal o intelectualmente, porque entonces se está matando a sí mismo.


Pero en todo el mundo se ha fomentado la individualidad. Cada cual lucha para sí mismo, para lograr su éxito, su realización, su logro personal, persiguiendo sus deseos y generando estragos en el mundo.


Debemos descubrir por nosotros mismo la razón por la que los seres humanos hayan reducido el mundo a lo que es ahora, tenemos que investigar juntos por qué hay conflicto en las relaciones personales, si es posible terminar con este conflicto. De lo contrario, jamás tendremos paz en esta Tierra.


Mucho antes del cristianismo, el ser humano rendía culto a los árboles, a las piedras, a los animales, al relámpago, al sol; no había sentido alguno de “Dios”, porque consideraban que la Tierra era la madre que debía ser venerada, preservada, salvada de la destrucción, y no destruida como ahora lo estamos haciendo.


Debemos mirar las cosas tal como son, no como creemos que son, no desde la idea o del concepto acerca de lo que es, sin simplemente mirar. Y, si es posible, mirar no verbalmente, lo cual es mucho más difícil.


Aquí, en este mundo, es en el que debemos vivir, y no es el mejor camino escapar de él por medio de los monasterios o de experiencias “religiosas”; uno debe dudar de todas sus experiencias. El ser humano ha hecho todo lo posible en la Tierra para escapar de la realidad del vivir cotidiano con todas sus complejidades. El ser humano persigue su propia ambición, se encuentra impulsado por el deseo. Por eso es imprescindible que pueda haber una relación adecuada cuando cada uno está persiguiendo sus propios deseos, sus ambiciones, su codicia, su propia importancia. A causa de esta división en la relación no hay amor.


El egoísmo y el interés propio es el origen de la corrupción, de la destrucción. El interés propio domina el mundo y, en consecuencia, hay conflicto. Se genera separación; hay divisiones nacionales, religiosas, personales… Donde hay división tiene que haber conflicto, esto es una ley. Vivimos nuestra vida cotidiana desde un pequeño, circunscripto y limitado “yo”. El “yo” es limitado, y esa es siempre la causa del conflicto. Es el núcleo central de nuestra lucha, de nuestra pena, de nuestra ansiedad. Cada cual está ocupado consigo mismo, vive en un mundo separado, todo para él. Por lo tanto hay división entre uno y otro, entre uno y su religión, entre uno y su dios, entre uno y sus ideologías. Pero es necesario comprender, no porque se haya leído en ninguna parte, sino porque se ve como un hecho real, a fondo, que uno es el resto de la humanidad, se compone de creencias, miedos, fe, dioses, ambiciones personales, etc. Toda nuestra conciencia se compone de esto, que es producto del pensamiento.

El pensador es un ente ficticio que crea el pensamiento. Uno no es el mismo ayer que hoy, ni es el mismo hoy que será mañana. Uno no es el mismo segundo tras segundo, el único que hace parecer que uno es el mismo segundo antes y segundo después es el pensamiento, la mente, la memoria. Es la mente infantil, inmadura, que busca el sentimiento de seguridad, de permanencia.


La llama de una vela no es la misma instante tras instante. El ser humano no es un ser individual separado de sus semejantes. Al contrario, pertenece a un campo único de consciencia que se vivencia desde la Unidad. Y este es un aspecto muy importante a tener en cuenta cuando se permite la disolución del espacio que existe entre el experimentador y lo experimentado.

UNA NUEVA DIMENSION

Hacemos de la Vida un problema, y para resolver este problema necesitamos comprender la mente y el pensamiento. Cuando comprendemos el proceso que sólo alimenta al “yo”, y que es totalmente inútil, y vemos completamente la verdad, llegamos a la cuestión fundamental del sufrimiento: el pensador que se separa de su pensamiento, de su observación, de su vivencia.

Cuando el ser humano comprende que cualquier especulación, cualquier verbalización, cualquier forma de pensamiento sólo da vigor al ego, cuando ve que mientras el pensador exista apartado del pensamiento tiene que haber limitación, tiene que producirse el conflicto de la dualidad, cuando el ser humano se da cuenta de esto, entonces vive alerta y capta sin cesar cómo se separa de la experiencia, afirmando su ego, dándole poder.

Existe la posibilidad de que todos nuestros sentidos funcionen como una totalidad. Podemos observar el movimiento del mar, las claras y eternamente inquietas aguas, observarlas completamente, con todos nuestros sentidos, u observar, mirar un árbol, una persona, un pájaro en vuelo, el sol poniente, la luna que se levanta, con todos nuestros sentidos plenamente despiertos. Si lo hacemos descubriremos por nosotros mismos, no por estas palabras, que no hay centro alguno desde el que se muevan los sentidos.

Entonces no hay limitación en ello. La mayoría de las personas “vive” con los sentidos parciales o específicos, nunca vive con todos sus sentidos plenamente despiertos, florecientes. Cuando los sentidos están plenamente despiertos la mente y el cuerpo se relajan y se vuelven extraordinariamente quietos. Sólo si el ser humano prosigue esta comprensión, comprendiendo cada vez más clara, profunda y extensamente, sin buscar un fin, sin buscar una meta, llega un nuevo estado de ser en el que el pensador y el pensamiento son uno sólo. Entonces uno se adentra una nueva dimensión de la existencia.

EL SUFRIMIENTO

Por una parte existe el dolor físico, que siempre se produce por alguna razón y nos aporta alguna enseñanza, y por otra, el sufrimiento o el dolor psicológico. El sufrimiento tiene su origen en la propia reacción ante los hechos y no en la realidad de lo que está ocurriendo. No lo produce la realidad, sino la mente en la que se arraiga el deseo, la exigencia, los prejuicios, los miedos, etc. Por ejemplo, si vamos al campo, llueve y nos enfadamos, la causa del enfado no está en la lluvia, sino en la propia reacción, porque se han contrariado los propios planes y deseos. Si se tienen problemas quiere decir que se vive dormido. Uno mismo crea los problemas. La realidad sólo plantea dificultades que es preciso resolver. Si vemos que el sufrimiento que nos aflige lo producimos nosotros mismos y no los demás, quiere decir que estamos despertando. Cuando nos veamos cansados de sufrir, ese será un buen momento para despertar.

Queremos que el sufrimiento se alivie, se aleje, se elimine mediante una explicación. Y esto, indudablemente, no ofrece la comprensión del sufrimiento. No es lo mejor establecer como fin hacer desaparecer el sufrimiento, pues esto no es más que un movimiento más de nuestra propia mente, siempre limitada y condicionada. Si desarrollamos la suficiente madurez como para comprender el deseo de huir del sufrimiento comenzamos a comprender cuál es su contenido, qué es lo que nos quiere enseñar. Es muy importante comprender este punto.

Todos experimentamos dolor. Si queremos podemos analizarlo y explicar por qué sufrimos, podemos leer libros sobre el tema o ir a la iglesia, y pronto sabremos algo acerca del dolor. Pero no estamos hablando de eso, hablamos del fin del dolor. El fin del dolor empieza cuando nos enfrentamos a los hechos psicológicos que tienen lugar dentro de nosotros, y estamos por completo alertas, de instante en instante, a todas las implicaciones de esos hechos. Esto significa no escapar jamás del hecho de que uno sufre, no racionalizarlo ni ofrecer opinión alguna al respecto, sino vivir completamente con ese hecho. Pero la mayoría de nosotros no es consciente de nada. No somos conscientes de nuestros amigos, de nuestra esposa, de nuestros hijos ni de los continuos movimientos sutiles que se producen en nuestro interior.

Para comprender es necesario amar. Para comprender el dolor debemos amarlo, debemos ser conscientes de él. Si queremos comprender algo -a nuestro vecino, esposa, o a cualquier relación-, si queremos comprender algo completamente, necesitamos estar muy cerca de ello. Es preciso llegar a ello sin reparo alguno, sin prejuicio, condena o repulsión, tenemos que mirarlo sin condicionamientos. Debemos ser conscientes de la persona o de la situación, lo cual implica que debemos amarla. De igual manera, si queremos comprender el dolor, debemos amarlo, debemos ser conscientes de él. Pero no podemos hacerlo porque escapamos del sufrimiento mediante explicaciones, teorías, esperanzas y postergaciones, todo lo cual constituye un proceso de verbalización. Así pues, las palabras y la mente me impiden ser conscientes del dolor y de todas las cosas. Por otra parte ocurre que nos habituamos a vivir con el dolor, y esto nos impide ser uno con él. Vivir con algo o con alguien y no habituarse a ello requiere una energía enorme, una percepción alerta que impida a nuestra mente embotarse.

De igual manera, el sufrimiento embota la mente si nos acostumbramos a él. Y casi todos nos acostumbramos a él. Pero no es necesario que nos habituemos al sufrimiento. Éste es una perturbación en diferentes niveles de la persona, en el físico y en los distintos niveles del subconsciente. Es una forma aguda de perturbación que nos disgusta. Nuestro hijo ha muerto o se ha marchado. Habíamos erigido en torno a él todas nuestras esperanzas; o en torno a nuestra hija, o de nuestro esposo, o de lo que sea. Lo teníamos en un altar, junto a todas las cosas que deseábamos que él fuera; o hemos tenido un compañero y de pronto se ha ido, ya conocemos todo eso. A esta perturbación le llamamos sufrimiento.

Al no gustarnos el sufrimiento y desear escapar de él comenzamos a preguntarnos por las razones de por qué sufrimos y, a continuación, justificamos nuestro sufrimiento. Nos decimos a nosotros mismos todos lo que queríamos a esa persona o a esa posesión que hemos perdido e inconscientemente tratamos de encontrar un escape en las palabras y en las creencias. Todo ello opera en nosotros como un narcótico.

Pero si no hacemos esto, si no escapamos mediante el pensamiento sencillamente sucede que captamos el sufrimiento, pero no como una cosa distinta de nosotros mismos, no como observadores que observan el sufrimiento, sino que éste forma parte de nosotros mismos, es decir, la totalidad de nosotros mismos sufre. Entonces podemos seguir el movimiento del dolor y ver hacia dónde nos conduce. Si captamos de esta manera el dolor es seguro que nos revela su sentido, su razón, el por qué aparece en nuestra vida.

Entonces veremos que hemos puesto el énfasis en el ego, no en la persona, cosa o situación que amamos y se ha ido. Aquella persona, cosa o situación, servía para ocultarnos nuestro propio sufrimiento, para evitar viéramos lo que hay en realidad en nuestro interior, la soledad y el infortunio.

En realidad nos menospreciamos pensando que no somos nada, que no tenemos valor, y creemos que mediante las personas y las cosas somos “algo”. Por eso lloramos, porque cuando terminan nos encontramos solos y abandonados, no lloramos porque se hayan ido.

Es muy difícil llegar a este punto de comprensión. Realmente es difícil reconocerlo y no decir simplemente, "estoy solo ¿Cómo podré librarme de esta la soledad?", lo cual es otra forma de huida, sino ser consciente de este vacío, mantenerse en él y ver su movimiento. Si dejamos que el sufrimiento se manifieste y nos revele su significado, vemos que sufrimos porque estamos perdidos y que se nos exige prestar atención a algo que no queremos mirar. Se nos impone algo que nos resistimos a ver y comprender.

Innumerables personas y organizaciones están dispuestas para ayudarnos a huir y evadirnos. Todas llamadas "religiosas", con sus creencias y sus dogmas, con sus esperanzas y sus fantasías. "Es la voluntad de Dios" "es el Karma". Todos nos brindan una salida, bien lo sabemos.

Si podemos permanecer con el dolor y no apartarlo de nosotros, ni tratar de negarlo, lo único que existe, entonces, es el sentimiento de intenso dolor, en el que nuestra mente se encuentra en silencio. El dolor es una realidad y no una mera palabra, porque aquí la palabra no tiene sentido. El dolor existe respecto a una imagen, a una experiencia, respecto a algo que poseemos o no poseemos. De modo que el dolor está en relación con algo. Es decir, tan sólo sufrimos en relación con algo. El sufrimiento no puede existir por sí solo, así como el temor tampoco puede existir por sí solo, sino siempre en relación con algo, con un individuo, con un incidente, con un sentimiento, etc. Ahora ya nos podemos dar plena cuenta de cómo opera el sufrimiento en nuestra vida.

El sufrimiento no distinto de nosotros, en realidad no somos simplemente el observador que capta el sufrimiento, sino que nosotros mismos somos ese sufrimiento. Cuando no hay un observador que sufre el sufrimiento no es diferente de nosotros, somos el sufrimiento. Entonces no estamos separados del dolor, sino que somos el dolor. Ya no le evaluamos, no le juzgamos ni le damos nombre y, por lo tanto, no le rechazamos. Somos ese dolor, sencillamente somos ese sufrimiento, esa sensación de agonía. Cuando somos eso, cuando no le tememos, cuando somos uno con el dolor, no hay nada que hacer.

Entonces ocurre en nosotros una transformación radical. Ya no existe el "yo sufro", porque no hay ego que sufra, y el ego sufre porque nunca nos hemos parado a examinar lo que es el ego. Sólo vivimos de palabra en palabra, de reacción en reacción. Jamás decimos "veamos qué es eso que sufre". Y no lo podemos ver por que miramos con intereses y con disciplina.

Debemos mirar con espontánea comprensión. Entonces veremos lo que llamamos "dolor” y “sufrimiento", veremos que lo que queremos evitar se ha desvanecido. Si en nuestra relación con el sentimiento de dolor no lo consideramos como "algo" aparte de nosotros, no hay problema. Pero en el momento en que consideramos al dolor como "algo" separado de nosotros mismos, sí que surge el problema. Mientras tratamos el sufrimiento como algo fuera de nosotros -sufrimos porque hemos perdido a nuestro hermano, porque no tenemos dinero, por esto o por aquello-, establecemos una relación con ese algo, y esa relación es ficticia. Pero si somos esa cosa, si vemos completamente el hecho, entonces todo se transforma, todo tiene un significado diferente. Entonces existe atención total, atención integrada, y aquello que se considera en su totalidad se comprende y se disuelve. Y así no hay temor y, por lo tanto, la palabra "sufrimiento" resulta que no existe.

Sólo si no establecemos relaciones ficticias con el dolor, si somos el dolor, si vemos el hecho de nuestro sufrimiento, entonces todo el tema se transforma, adquiere un significado por completo diferente. Entonces hay atención plena, y aquello que es observado en su totalidad, es comprendido y disuelto; por lo tanto la palabra dolor no existe.

No es complicado permitir que el sufrimiento se disipe. Las ideas actúan como un escape; las ideas que se han convertido en creencias impiden el vivir completo, la acción completa, el ver lo que es. Son como el árbol que impide ver el bosque. Sólo se puede vivir de forma plena cuando existe un conocimiento propio cada vez más amplio y profundo... más abierto.

Cultivamos la mente haciéndola cada vez más ingeniosa, cada vez más sutil, más astuta, menos sincera y más tortuosa e incapaz de afrontar los hechos. Y cuando desde el centro -el ego- se mira dentro del sufrimiento, lo que hay es sufrimiento, únicamente eso.

La incapacidad de observar es la que da origen al sufrimiento. Cuando se percibe desde el ego esa observación que se obtiene es muy restringida, muy estrecha, muy trivial; y eso engendra sufrimiento. Sabemos que el dolor está ahí; es un hecho, y no hay nada más que conocer. Todos tenemos que vivir con el dolor. En uno mismo y en todas partes se ve sufrimiento, ignorancia y desconcierto. Pero la solución a esta situación se encuentra en investigarnos a nosotros mismos y a todo los que nos rodea, en ver la realidad de las cosas, en ser totalmente conscientes de ellas y obrar adecuadamente.


***


¿Cuál es el significado del dolor, del sufrimiento?
El dolor físico tiene un significado, es producido por alguna razón, pero ahora nos referiremos al sufrimiento psicológico.

¿Por qué deseamos descubrirlo, por qué queremos averiguar la razón por la que sufrimos?
Cuando nos hacemos la pregunta "¿por qué sufro?" y buscamos la causa del sufrimiento, ¿no huimos del sufrimiento? ¿no lo evitamos? El hecho es que sufro; pero en el momento en que la mente se ocupa del sufrimiento y digo ¿por qué?, ya he "aguado", disminuido, la intensidad del sufrimiento.
Queremos que el sufrimiento se alivie, se aleje, se elimine mediante una explicación. Y esto, indudablemente, no brinda la comprensión del sufrimiento. Si me libro, pues, de este deseo de huir del sufrimiento, empiezo a comprender cuál es su contenido.
Es muy importante comprender este punto.

¿Qué es el sufrimiento?
El sufrimiento es una perturbación en diferentes niveles de la persona: en el físico y en los distintos niveles del subconsciente. Es una forma aguda de perturbación que nos disgusta. Mi hijo ha muerto o se ha marchado. Había erigido en torno a él todas mis esperanzas; o en torno a mi hija, o de mi esposo, o de lo que sea. Lo tenía en un altar, junto a todas las cosas que deseaba que él fuera; o lo he tenido por compañero y de pronto se ha ido, ya conocéis todo eso. A esta perturbación le llamo sufrimiento.

¿Cómo respondemos, normalmente, ante el sufrimiento?
Al no gustarnos el sufrimiento decimos: "¿por qué sufro?", "lo amaba tanto", "él era esto" y "yo tenía aquello"... tratamos de encontrar un escape en las palabras, en los títulos, en las creencias. Todo ello opera en nosotros como un narcótico.

¿Qué sucede si no hacemos esto, si no escapamos mediante el pensamiento?
Sencillamente sucede que capto el sufrimiento, no como una cosa distinta de mí, no como un observador que observa el sufrimiento, sino que éste forma parte de mí mismo, es decir, la totalidad de mí mismo sufre. Entonces podemos seguir el movimiento del dolor, ver a dónde conduce. Si capto de esta manera el dolor es seguro que nos revela su sentido, su razón, el por qué aparece en nuestra vida.
Entonces veremos que hemos puesto énfasis en el "yo", no en la persona a quien amo y se ha ido.  Aquella persona, o aquella situación, servía para ocultarnos de nuestro propio sufrimiento, para evitar ver lo que hay en realidad en nuestro interior: la soledad y el infortunio.
Como yo no soy "algo", esperaba que él lo fuese. Aquello ya terminó; estoy abandonado, perdido, solo. Sin él o ella, o aquel estado, nada soy. Por eso lloro. No es que se haya ido; es que estoy abandonado, es que estoy sólo.
Es muy difícil llegar a este punto ¿verdad? Realmente es difícil reconocerlo, y no decir simplemente, "estoy solo ¿cómo podré librarme de esta la soledad?", lo cual es otra forma de huida, sino ser consciente de este vacío, mantenerse en él, ver su movimiento.
Así, gradualmente, si dejamos que el sufrimiento se manifieste y revele su significado, vemos que sufrimos porque estamos perdidos y que se nos exige prestar atención a algo que no queremos mirar. Se nos impone algo que nos resistimos a ver y comprender.
Por otro lado vemos que existen innumerables personas y situaciones para ayudarnos a huir, y evadirnos; miles de personas llamadas "religiosas", con sus creencias y sus dogmas, con sus esperanzas y fantasías. "Es la voluntad de Dios" "es el Karma"; todos nos brindan una salida, bien lo sabemos.

Pero si podemos permanecer con el dolor y no apartarlo de nosotros, ni tratar de negarlo, ¿Qué ocurre? ¿cuál es el estado de nuestra mente cuando sigue de este modo el proceso del sufrimiento?
Lo único que existe, entonces, es el sentimiento de intenso dolor. Y nuestra mente existe en silencio.
El dolor es una realidad y no una mera palabra, la palabra no tiene sentido.
El dolor existe respecto a una imagen, a una experiencia, a algo que poseemos o no poseemos. De modo que el dolor está en relación con algo.
Es decir, cuando hay sufrimiento, éste tan sólo existe en relación con algo. No puede existir por sí solo, así como el temor tampoco puede existir por sí solo, sino en relación con algo: un individuo, un incidente, un sentimiento...
Ahora ya nos podemos dar plena cuenta de cómo opera el sufrimiento en nuestra vida.

¿Es ese sufrimiento distinto de nosotros, y por lo tanto somos simplemente el observador que capta el sufrimiento, o nosotros mismos somos ese sufrimiento?
Cuando no hay un observador que sufre el sufrimiento no es diferente de nosotros, somos el sufrimiento. No estamos separados del dolor, somos el dolor.
Así, de esta forma no se le evalúa, no se le juzga, no se le da nombre y, por lo tanto, no se le rechaza: somos ese dolor, simplemente somos ese sufrimiento, esa sensación de agonía. Entonces, cuando somos eso, cuando no le tememos, cuando somos uno con el dolor, no hay nada que hacer.
Ha ocurrido una transformación radical en la persona. Ya no existe el "yo sufro", porque no hay "yo" que sufra, y el "yo" sufre porque nunca nos hemos parado a examinar lo que es el "yo". Sólo vivimos de palabra en palabra, de reacción en reacción. Jamás decimos "veamos qué es eso que sufre". Y normalmente no lo podemos ver por que miramos con intereses y con disciplina.
Debemos mirar mirar con espontánea comprensión. Entonces veremos lo que llamamos "dolor y sufrimiento", veremos que lo que queremos evitar se ha desvanecido.
Si en mi relación con el sentimiento de dolor no lo considero como "algo" aparte de mí, no hay problema. Pero en el momento en que considero al dolor como "algo" separado de mí, sí que hay problema. Mientras trato el sufrimiento como algo fuera de mí (sufro porque he perdido a mi hermano, porque no tengo dinero, por esto o por aquello), establezco una relación con ese algo, y esa relación es ficticia. Pero si soy esa cosa, si veo completamente el hecho, entonces todo se transforma, todo tiene un significado diferente. Entonces existe atención total, atención integrada; y aquello que se considera en su totalidad se comprende, y se disuelve, y así no hay temor, y, por lo tanto, la palabra "sufrimiento" resulta inexistente.


***


Todos experimentamos dolor. Si queremos podemos analizarlo y explicar por qué sufrimos, podemos leer libros sobre el tema o ir a la iglesia, y pronto sabremos algo acerca del dolor. Pero no estamos hablando de eso: hablamos del fin del dolor.
El conocimiento no pone fin al dolor. El fin del dolor empieza cuando nos enfrentamos a los hechos psicológicos que tienen lugar dentro de nosotros, y estamos por completo alertas, de instante en instante, a todas las implicaciones de esos hechos.
Esto significa no escapar jamás del hecho de que uno sufre, no racionalizarlo ni ofrecer opinión alguna al respecto, sino vivir completamente con ese hecho.
La mayoría de nosotros no está en comunión con nada. No estamos en comunión directa con nuestros amigos, con nuestra esposa, con nuestros hijos.
Para comprender el dolor debemos amarlo, debemos estar en comunión directa con él. Si queremos comprender algo (a nuestro vecino, esposa, o a cualquier relación), si queremos comprender algo completamente, debemos estar cerca de ello. Debemos llegar a ello sin reparo alguno, sin prejuicio, condena o repulsión, debemos mirarlo sin condicionamientos. Debemos estar en comunión con la persona o situación, lo cual implica que debemos amarla.
De igual manera, si queremos comprender el dolor, debemos amarlo, debemos estar en comunión con él. Pero normalmente no podemos hacerlo porque escapamos del sufrimiento mediante explicaciones, teorías, esperanzas y postergaciones, todo lo cual constituye un proceso de verbalización.
Así pues, las palabras y la mente me impiden estar en comunión con el dolor y con todas las cosas.
Por otra parte ocurre que nos habituamos a vivir con el dolor y esto nos impide ser uno con él. Vivir con algo o con alguien y no habituarse a ello requiere una energía enorme, una percepción alerta que impida a nuestra mente embotarse. De igual manera, el sufrimiento embota la mente si nos acostumbramos a él. Y casi todos nos acostumbramos a él. Pero no es necesario que nos habituemos al sufrimiento.
Únicamente si no establecemos relaciones ficticias con el dolor, si somos el dolor, si vemos el hecho de nuestro sufrimiento, entonces todo el tema se transforma, adquiere un significado por completo diferente. Entonces hay atención plena, y aquello que es observado en su totalidad, es comprendido y disuelto; por lo tanto la palabra dolor no existe.


martes, 8 de enero de 2013

NUEVE SECRETOS PARA DESPERTAR EL ALMA

Todo el mundo sin excepción tiene un alma.

Esta esencia de luz es el común denominador que une la creación, el cosmos y la vida. Deberíamos darnos cuenta que en el fondo somos Luz en movimiento. Pero no somos conscientes de esa Luz, de nuestro origen y nos enredamos en los laberintos de la personalidad. La búsqueda espiritual es la búsqueda de nuestra conciencia, de nuestra divinidad interior.

Todo el mundo quiere ser feliz. Si la felicidad nos la da un objeto o persona externa, nos volvemos dependientes, y la dependencia nos hace perder la libertad.

Necesitamos usar la inteligencia para ir para ir en búsqueda del espacio interior que genera nuestro estado de felicidad, la conexión con lo divino.
En algunos casos, la persona debe enfrentarse con todas las experiencias del pasado que han dejado cicatrices y huellas emocionales. La meditación, el trabajo interior es el antídoto que sana nuestros patrones negativos.
No hay recetas extraordinarias, sino caminos individuales, diferentes grados evolutivos de cada ser.

Tenemos que tener en claro que lo que se busca ya lo poseemos, pero nonos damos cuenta que está allí.

No hay formulas exactas en esta búsqueda, cada camino es una aventura individual, pero tratemos de elaborar algunos puntos que pueden encaminarnos hacia el alma.

Los nueve secretos develados:
1) Primer secreto, Respirar consciente:
La respiración es un mecanismo muy particular, puede ser automático o consciente. Cuando es automático sobrevives, continuas viviendo sin darte cuenta. Cuando la respiración pasa a ser consciente, te das cuenta de que estás vivo, presente, consciente. La respiración siempre ocurre en el presente, no en el pasado o el futuro. Y en el presente eterno está nuestra divinidad interior. Respirar en forma consciente en todo momento para estar más alerta de nosotros mismos, más conectados.

2) Segundo secreto, Siente a tu corazón:
El corazón humano es algo que despierta mucho mi atención. Siempre me pregunto ¿qué es lo que lo hace latir? Aparentemente no vemos nada que nos diga qué es. Este segundo paso consiste en colocar las manos en tu pecho, sentir los latidos, pero poco a poco ir más profundo para intentar percibir esa fuerza mágica que lo impulsa. En el corazón situamos nuestros anhelos y deseos. NECESITAMOS PREGUNTARNOS honestamente ¿Es feliz mi corazón?, está viviendo la vida que quiere vivir?, siente entusiasmo o bajó los brazos? Y por último siente AMOR, está vivo más allá de los latidos, ama a alguien?

3) Tercer secreto, Ámate a ti Mismo:
Mucha gente busca alguien que los ame, alguien que tape los agujeros, los vacíos. Hay que cambiar el enfoque, hay que buscar gente a quien amar. En estos tiempos que corren la mayoría de las personas se encuentran tan cerradas que ha veces es tan difícil entrar en su mundo igual que si una puerta estuviese cerrada. Primero tenemos que sentir amor hacia nosotros mismos, para luego poder compartirlo. Amar nuestro cuerpo, nuestros órganos, funciones vitales, amar nuestra vida., nuestro pasado, nuestro presente y futuro. Amarnos es aceptarnos, liberarnos de los miedos, iluminar el fuego del espíritu que arde cuando amas. Amar es una invitación a conocerte, porque esta VIDA ES UNA ESCUELA donde venimos a aprender que la vida es sinónimo de AMOR y AMOR es sinónimo de energía y felicidad. Cuando te amas a ti mismo que te conduce a la felicidad, porque estás contigo mismo, en lo profundo.

4) Cuarto secreto, Amar a alguien:
Todo lo que no se da se pierde. Cuando descubres tu amor, cuando sabes que tienes algo que compartir y que nunca se acaba de estar en línea directa con el universo y con la vida, tienes el poder. Tienes brillo y quieres compartirlo, tienes alegría y la brindas, tienes entusiasmo y lo demuestras. Nadie puede arrebatarte lo que es tuyo. Amar a alguien es brindar tu existencia, es darte por entero con el corazón abierto, es ser dos en uno, fusionar tu alma con el otro, es generar algo tan mágico que te saca del tiempo, que te conecta con la eternidad. Amar a alguien en cualquier forma de amor, te da paz por actuar desde tu alma.

5) Quinto secreto, Siente la presencia:
Cuando estés solo, cierra los ojos, respira, y trata de poco a poco sentir tu presencia en el espacio. Eres una presencia de luz. Dejar que pasen los pensamientos, silenciar la mente, sólo respirar y sentir la presencia. Esta mágica presencia te hace consciente de que estas vivo, que la vida está pasando a través tuyo. Así como pasó por tus padres, tus abuelos y ve más hacia atrás, ¿puedes ver el comienzo de la primer presencia?. Es un misterio. Pero los misterios ,dice Osho, no son para ser develados sino para ser vividos. Vive el misterio de porqué estás aquí, siéntelo, disfruta tu presencia acompañando la vida. Tú estás vivo. Siéntelo. Cada uno de nosotros tiene un tiempo en este plano, luego continuaremos en otro, siente ahora la presencia, el aquí y ahora, y no dejes de disfrutar un segundo ahora mismo, ya!

6) Sexto secreto, Dedícate a observar:
A veces cuando nuestra vida se llena de actividades, es importante subir a la montaña y observar. En realidad deberíamos observar todo el tiempo. Observar como si viésemos una película. Cuando un amigo nuestro tiene un problema, podemos dar una sugerencia porque vemos el problema desde afuera, lo observamos. Pero nos cuesta observarnos a nosotros mismos. Despertemos a la sabiduría observando cómo vivimos, qué hacemos, hacia dónde nos dirigimos, cuál es nuestra situación actual. Detener todo el engranaje de la rutina, ir al mar, o a la plaza, tomar aire profundamente, meditar nuestra vida y sincronizar nuestros ideales. Vernos desde afuera, escuchar nuestra voz interna. Sentir qué anhela el corazón. Recuerda que las personas felices son las que hacen y siguen lo que siente su corazón e intuición interna. Por eso es bueno observar y observarnos y no perder contacto con nuestro ser interno, no perdernos en el laberinto de la vida caótica , sin rumbo ni destino claro. Despertemos a la sabiduría observando cómo vivimos.

7) Séptimo secreto, Despierta Tu Creatividad:
Cuando usas tu energía creativamente en un proyecto en una relación en cualquier acto en particular, te estás conociendo. Estás conociéndote a través de lo que creas. Creatividad es fluir con la vida, la vida no fue creada en 7 días, se está creando permanentemente. Descubre y vuelca tu creatividad en algo que te haga sentir, entusiasmo, alegría, conexión, comunicación, liberación e integridad. Dice un proverbio: “Trabaja en lo que hagas con la inflexibilidad y el celo de un artista interesado en crear una obra genial. La obra genial eres TÚ MISMO y el artista también”.

8 ) Octavo secreto, Entra en el misterio del sexo:
El sexo es la comunicación más profunda entre dos seres. Es la oportunidad de compartir tu ser interno unido y luminoso con otro ser querido. Es poder fusionar lo femenino y lo masculino, el Yin – Yang, en uno solo. Es el complemento, la unión de los opuestos, y con armonía, nos sentimos integrados, unidos a la esencia , al espíritu universal, la fuente divina, DIOS.

9) Noveno secreto, Medita en el Silencio:
Hay veces que entrar en contacto con el silencio es difícil porque la mente está tan llena de pensamientos que el silencio nos es casi imposible. Es conveniente que primero uses la música de tu preferencia, medita con ella, siente como la música influye en tus emociones y poco apoco ve más profundo hasta que el silencio o la quietud interna , surja por si misma. No tenemos que buscar el silencio, sino más bien, crear un espacio para que el silencio se manifieste. En el silencio está tu alma, en el silencio está la vida, pero la vida también está en la música, en las letras, en todo lo que existe. Disfruta la música, disfruta el silencio y verás como de pronto un día, escuchas en el silencio tu verdadera música interior, y despertarás junto a tu alma.

10) Vive y sé Feliz!

Fuente: Guillermo Ferrara, de su libro ” La búsqueda del destino”

domingo, 6 de enero de 2013

ABRIR EL CORAZON

Hoy decido abrir mi corazón es un acto de generosidad, un ejercicio de honestidad con mi ser interior, deseoso de dar lo mejor de mi.

Con el corazón abierto, me aparto del camino de las personas que intentan herirme.

Puedo ver su dolor interior y les libero de él con amor. Atraigo a personas que nutren mi vida.

Hoy decido abrir mi corazón y tomo conciencia que los milagros existen para todos, y que no están aislados, continuamente se nos presentan, y continuamente están provocando cambios en nuestra vida interna y externa.

Hoy decido abrir mi corazón a los milagros están a mi alrededor, dentro y fuera de mi mismo, solo tengo que tomarlos.

Hoy decido abrir mi corazón y atraigo el milagro del amor.

Hoy decido abrir mi corazón para poder apuntar a lo mas sublime de cada ser reconociendo en los demás aquello que también está en mi.

Hoy decido abrir mi corazón y ser sincero por encima de todos los engaños que me hacen aparentar ser frío e invulnerable.

Hoy decido abrir mi corazón para amar incondicionalmente a la vida y a los demás, por encima de las dificultades.

Hoy decido abrir mi corazón para sembrar la semilla selecta que hemos guardado para el mejor momento: "ahora".

Hoy decido abrir mi corazón y no preguntar por que, y dar con generosidad sin pedir explicaciones.

Hoy decido abrir mi corazón y llevar ese río de néctar para poder saciar la sed de cuantos seres habitan este reino de existencia.

Hoy decido abrir mi corazón para tocar a cada ser como a las delicadas alas de una mariposa.

Hoy decido abrir mi corazón, porque ese es mi mejor maestro, el que puede hacerte llegar al conocimiento mas profundo.

Que siga lloviendo en nuestros corazones, para que nuestro jardín se inunde de flores y amor.

Hoy decido abrir mi corazón y aprendo a aceptar todo lo que me da la vida, reconociendo y apreciando tu aportación a mi vida, sin importarme lo pequeño o grande que sea.

RASGOS DE AVANCE ESPIRITUAL

Los rasgos mas notables que caracterizan a quienes han alcanzado un gran avance espiritual son:

1.--Desapego material :
Ellos no están aferrados de ninguna manera a sus pertenencias materiales.Porque no las necesitan para ser quienes son, ni acceden a una vida distinta a través de ellas. Simplemente, utilizan cuanto necesitan para vivir, y pueden llegar a prescindir de todo lo que poseen, sin que esto signifique ningún trastorno en sus vidas
.
2.--Desapego emocional :
El verdadero amor implica que los seres que se aman sean totalmente libres por este motivo, ellos no están apegados a sus seres queridos. No desean aferrarlos, controlarlos ni considerarlos una adquisición. Su amor no es posesivo, celoso ni desconfiado por el contrario es absolutamente generoso, respetuoso y libre. Quien alcanza ese estado , no depende de otras personas para vivir, porque tienen una vida interior lo suficiente rica como valerse por si mismo.

3.--Espontaneidad :
Una de las particularidades que dan cuenta de la presencia de un ser evolucionado es la sencillez y la espontaneidad manifestada en todos los actos de la vida .
Se conectan con su propia sabiduría interna. Por lo tanto posibilita actuar apelando a una certera y aguda intuición, este sexto sentido a flor de piel, tan propio de los seres espirituales se manifiesta sin esfuerzo, sin necesidad de recurrir a complejos procesos mentales
.
4.--Coherencias de pensamiento, y sentimiento y acto :
Todos los seres humanos solemos enfermarnos psíquica o físicamente porque muchas veces actuamos en contra de lo que pensamos o sentimos. Debemos llegar a tener una perfecta coherencia entre pensamientos, sentimientos y actos sanos.

5.--Ausencia de la importancia personal :
Los seres iluminados no necesitan títulos, honores ni reconocimiento publico. No hacen alarde de sus buenos actos, simplemente predican con el ejemplo. No actúan correctamente en función de recibir halagos o cariño, es la única manera de actuar que conocen.Ademas, no incentivan el culto hacia su persona, convencido de que lo único trascendente es el espíritu que poseen y no la forma corporal que temporalmente encarnan.

6.--Pureza :
El dominio completo del cuerpo físico es el primer escalón que permite al hombre dominar absolutamente su campo emocional y mental.

7.--Concentración y observación :
Para ellos, no existen las metas imposibles. No están aferrados a las dificultades, solo son capaces de ver las soluciones.La concentración y la profunda observación del mundo circundante, es la clave para alcanzar esta condición, que les permite entender todo, comprender todo. Privilegia la búsqueda de la verdad y el conocimiento, por eso no se aferra a conceptos establecidos; investiga y comprueba todo por si mismo
.
8.--Capacidades extra sensoriales :
El dominio total de las capacidades físicas, emocionales y mentales, como se ha dicho, es condición de los seres muy evolucionados. El tercer ojo, la capacidad de adelantarse al futuro o comunicarse con la mente, fluyen sin ningún esfuerzo en ellos. No deben esforzarse por despertarlos simplemente los dominan como consecuencia de saberse, y comportarse como seres iluminados.

9.--Felicidad :
La iluminación genera un estado de profunda felicidad. Pero no se trata de una dicha pasajera, un bienestar atado a los estados de ánimo, a las pasiones, a logros materiales. Se trata de un estado permanente, profundo e inmutable, que es la felicidad del espíritu.Es la felicidad que acarrea a verdadera evolución espiritual.

ANUBIS JOSE

viernes, 9 de noviembre de 2012

OSHO

Un hombre que piensa demasiado, avanza de tal manera que, poco a poco, deja de expresar lo que siente. No prestándole atención al sentir, empieza a alejarse de él. Hay millones de personas en este estado sin saber qué significa el corazón.
Creen que es sólo un mecanismo. Se concentran exclusivamente en la mente. La mente es un extremo, es necesaria, es un buen instrumento, pero debe usarse como un esclavo. No debe ser el amo. Una vez que la mente se convierta en el amo y dejes en segundo término al corazón, vivirás, morirás, pero no sabrás qué es Dios, porque no sabrás qué es el amor.

-Osho-

 
Desde Sócrates hasta nuestras días se ha oído: "Conócete a ti mismo". Pero ésta es la manera de conocerse a uno mismo. "Conocerte a ti mismo", no significa sentarse silenciosamente y

repetir: "Soy Brahma, soy una alma, soy Dios, soy esto..." no tiene sentido. Conocerse a uno mismo quiere decir conocer todos los estados, todas las posibilidades: el asesino, el pecador, el criminal, el santo, lo sagrado dentro de ti, la virtud, el Dios, el Diablo. Conoce todos los estados, toda su gama; conociéndolos descubrirás secretos, llaves.

-Osho-

 

lunes, 29 de octubre de 2012

CUANDO SE ELEVE LA ENERGIA DE LA TIERRA...

Cuando se eleve la energía de la Tierra y la energía del Nuevo Tiempo entre en contacto con la energía dual, se elevará la frecuencia de la vibración del Merkaba de Dios. Siente la luz de Dios y la respiración de Dios entrando profundamente en tu alma, de este modo encontrarás tu núcleo divino. Siente, siente quien eres en estos momentos. Cuando Dios respira de forma más acelerada, a un ritmo adaptado a las nuevas energías, cambia el sistema del tiempo en la Dualidad, es decir, el Ritmo del Tiempo. Las energías vibran más deprisa y las 24 horas se convierten en 18 horas. Siente quieres eres durante el silencio.
MIEDO AL DESPERTAR

Quien quiera el despertar de su conciencia debe pedir su iniciación a su Ser... pero quien no este presto a esto y a prepararse para estar alerta para comprender, aceptar y digerir las convulsiones y los golpes biopsicos
ociales, emocionales y espirituales a las que tendrá que someterse por su incomprensión y por su iniciación se estancara y no calificara las pruebas a la que será sometido por los elementos de su naturaleza...

Entonces será otro mas en la vida quejándose de todo y por todo buscando querer encontrar psicológica y emocionalmente la lógica y la razón de ser a las cosas del espíritu... sin darse cuenta que de esta manera solo esta creando su propia jaula psicológica…


Una característica de esto que decimos es cuando empezamos hacer bulla de todo a lo que le ponemos atención, criticando, señalando, corrigiendo y provocando situaciones confusas de todo tipo convirtiéndonos en el juez de todo... por creer que todo lo sabemos… ¿y saben porque? porque en realidad ignoramos que somos nuestros propios jueces… y lo que juzgamos en los demás son nuestros propios errores...


Es por ello que este comportamiento es un claro reflejo de los que aun no han podido lograr calificar su iniciación… aunque crean lo contrario… pero el que si lo ha logrado sabe muy bien lo que estamos tratando de explicar... porque lo ha vivido en carne propia… solo que algunos prefieren guardar silencio por evitarse la incomprensión y los señalamiento de los que aun están dormidos o aun no han calificado las verdaderamente las iniciaciones…


Sin embargo exhorto a mis hermanos que están descubriendo su luz y les digo de corazón y con un profundo respeto a su luz y camino…


Que el que por temor a no ser comprendido guarda silencio habiendo descubierto el misterio…


“No califica, ni trasciende su iniciación ante el miedo”


porque no ha comprendido en su fondo la máxima que dice:


“es tan malo callar cuando se debe hablar… que hablar cuando se debe callar”…


Porque esto es también una parte importante para continuar nuestra Iniciación en la vida “vencer nuestros propios miedos al que dirán”


Entonces si no logramos deponer la aptitud egoica que hemos entendido deponer y seguimos haciendo lo que ya sabemos que no debemos hacer… simplemente estamos obligando a dormir a nuestra conciencia aunque ella quiera despertar y aunque por nuestro ego digamos que queremos despertar.


Es por ello que aunque utilicemos toda la bulla biopsicosocial, emocional y espiritual que podamos, utilicemos toda nuestra inteligencia para crear la mejor lógica y ganarnos la razón de la mayoría, solamente llamaran la atención de las personas que están en su misma condición de no haber calificado su iniciación...


Sin embargo esto solo es y será comprendido en su fondo por lo que en realidad han pasado y calificado las pruebas de su iniciación.


Los demás solo seguirán haciendo su trabajo para el despertar de los otros.


Así es el misterio de la iniciación, aunque no lo comprendamos todo tiene una razón de ser aunque lo ignoremos.
ANUBIS JOSE

miércoles, 24 de octubre de 2012

Pequeno cuento (para ninos de todas las edades)

Una mañana luminosa y mágica, un grupo de niñas y niños decidió ir a pasear al bosque cercano a sus casas. Al llegar, en un claro, encontraron un gran pino; esbelto y bello, y tan alto, que parecía llegar al cielo. Era tan hermoso, que se pusieron a jugar formando una ronda, uniendo sus manos y dejándolo al centro.

Comenzaron a cantar, reír y girar alegremente, con ese despreocupado y feliz  bullicio que les sale tan bien a los niños... y poco a poco ante sus asombrados ojos, comenzaron a suceder cosas bellas. Vieron que las ramas del maravilloso árbol, tenían muchas gotas de rocío, que al reflejar los rayos del sol, parecían lindisimos cristales de colores y que en la punta de su árbol había una brillante estrella azul.Estaban disfrutando plenamente de toda esa magia, del aroma del bosque y del contacto con la naturaleza y sus prodigios, cuando algo mas maravilloso sucedió... cada una de las gotitas de rocío creció.. y creció... y se convirtió en un sonriente y amistoso ángel... con un regalo para cada uno de ellos. Era una nítida y cristalina gota de rocío, igual de bonita que la de donde los ángeles salieron, y contenía en ella misma, la esencia del amor, la verdad, la belleza y la armonía; la alegría, la generosidad y el agradecimiento; el perdón y la paz y todos esos dones que nos llegan de la luz.

Los ángeles, depositaron suavemente esa gota de rocío en el corazón de cada uno de los pequeños y mirándolos fija y amorosamente a los ojos, les dijeron que ese regalo era para hacerlo crecer y que podían compartirlo con todos sus seres queridos Los niños emocionados y felices, dieron las gracias , y ya se disponían a regresar a sus hogares, cuando al mirar hacia la estrella azul que estaba en la punta del pino, vieron con sorpresa que tenia una      brillante y purísima luz blanca azulada que los cubría y que de cada una de sus puntas enviaba esa luz en todas direcciones...

martes, 23 de octubre de 2012

PIEDAD

   No cierres tu oido al llanto del pobre, ni endurezcas tu corazon ante las calamidades del inocente.

   Cuando el huerfano te llame, cuando el corazon de la viuda este lleno de amargura y te implore su socorro entre lagrimas dolientes, ten piedad de su aficcion y extiende tu mano a quienes no tienen quien lo ayude.



  Cuando veas al desnudoen la calle, tiritando de frio sin casa ni abrigo, que la bondad abra tu corazon, que las alas de la caridad lo cobijen y amparen de la muerte, para que tu propia alma pueda vivir.


  

 

<< Se feliz, hijo mio!>> (Paramahansa Yogananda)

En momentos de infortunio escuche tu voz que me decia: <<El sol de mi proteccion brilla por igual en tue horas mas lobregas y en las mas luminosas.

<<Ten fey sonrie! la tristeza es una ofensa a la naturaleza bienaventurada del Espiritu. Deja que mi luz, que transforma la vida, resplandezca a traves de la diafanidad de tu sonrisa. Si quieres complacerme, se feliz, hijo Mio>>.

jueves, 18 de octubre de 2012

LA MANO (Omraam Mikhael Aivanhov)

Las manos representan la VOLUNTAD . Debéis educar vuestras manos, aprender que cada dedo capta y transmite corrientes y ondas de diferente naturaleza. Son antenas. Los Iniciados saben trabajar con sus dedos y, gracias a ellos, captan las corrientes que circulan en el espacio y que permiten curar, purificar y prepararse para el trabajo.

Las manos acumulan muchas impurezas. Por esto es necesario lavarlas a menudo para que puedan funcionar como antenas perfectas. Pero para lavar realmente las manos físicas, no basta con el agua física , por eso cuantas veces os sea posible, imaginad que dejáis fluir AGUA ESPIRITUAL, una corriente de luz y de colores muy puros bajo la que mantenéis vuestras manos el mayor tiempo posible.

Estrecharse la mano es un gesto muy importante en los intercambios cotidianos. En Europa nos vemos obligados, como formula de saludo, a estrechar manos continuamente; sin embargo, Que pocos saben hacerlo bien! 

Hay personas que tienden a dar una mano fofa, sin vida:en lugar de sentir un contacto agradable, nos sentimos atontados, cansados, a disgusto.Otras, por el contrario, aprietan la mano con tanta fuerza que casi nos hacen gritar, costumbre que tampoco resulta agradable.

Si estrechamos la mano a alguien, debemos hacerlo con amor y sinceridad; en caso contrario es mejor abstenerse, porque nos desmagnetizaríamos y desmagnetizaríamos al otro también. Añadiría que solo debemos estrechar la mano una vez y no dos o tres veces seguidas. Por que? Porque la primera vez intercambiamos algo; la segunda, lo retomamos. En el primer apretón de manos, intercambiamos algo sutil; en el siguiente, ya son corrientes mas densas, mas materiales...